Los primeros pobladores de Morelos fueron los Olmecas, la cual floreció en el periodo arcaico, al desaparecer esta tribu aparecieron los Toltecas que emigraron a otro lugar, empezando a llegar a otras tribus que pertenecían a los Chichimecas , Nahoas o Aztecas.
Los que se establecieron fueron los Tlahuicas, quienes se mezclaron con otras tribus y así poblaron lo que es el Estado de Morelos.
Su organización era comunal, fundaron los señoríos de Cuernavaca, Tlaquiltenango, Tetlama, Jiutepec, Yecapixtla, Yautepec, y el poblado de Jonacatepec pertenecía al de Oaxtepec, que era tributario de Moctezuma.
Los Tlahuicas formaron la providencia del Atlalnahuac, la formaron 14 pueblos que son: Jonacatepec, Atotonilco, Xalostoc, Tetelilla, Tlayecac, Tepalcingo, Telixtac, Jantetelco, Axochiapan, Chalcatzingo, Atlacahualoya, Amacuitlapilco, Amayuca, y Tetehuamac.
Al desaparecer el pueblo de Tetehuamac, la cabecera principal quedó en Jonacatepec. INAH.(1998).
En el valle de Amilpas al oriente del Estado de Morelos, se encuentra la zona Arqueológica de "Las Pilas" dentro de los terrenos del actual balneario del mismo nombre. Las poblaciones prehispánicas asentadas en mesoamérica acostumbraban construir, dentro de sus aldeas centros especiales para ceremonias.
Estos centros en general consistían en plazas flanqueadas, en sus cuatro costados, por estructuras. Usualmente se trataba de basamentos piramidales que tenían en su parte superior un templo construido de material perecedero (palma bajareque etc.) que a lo largo del tiempo se ha destruido.
Las evidencias arqueológicas indican que los pobladores de " Las Pilas" siguieron este modelo urbano. La construcción del balneario alteró la configuración original del sitio, de modo que el visitante actualmente puede observar sólo parte de lo que fue el centro ceremonial.
Aunque los hallazgos permiten afirmar que los primeros pobladores se establecieron en el año 1000 antes de Cristo y continuaron ocupando el lugar hasta la llegada de los españoles, los restos visibles fueron edificados entre los años 500 y 650 de nuestra era.
Los varios manantiales que rodean el sitio fueron indudablemente el elemento más importante para el establecimiento y el desarrollo de la población. Las exploraciones han puesto al descubierto una compleja red de canales, única en su género. El agua encausada hacia grandes depósitos, era almacenada para ser utilizada en tiempos de secas y distribuida a los campos de cultivo que se encontraban muy alejados de los manantiales. De esta forma se incremento la producción agrícola, pudiéndose comerciar con sus excedentes y obtener así los objetos suntuarios que necesitaban para las ceremonias de su culto religioso y las ofrendas a sus muertos.
Uno de los elementos de cohesión de las comunidades prehispánicas fue la religión. En sus creencias religiosas, propias de los grupos mesoamericanos, los habitantes de "Las pilas" enfatizaron el culto a las aguas, que era el elemento vital de su existencia. La importancia de este culto se evidencia por la presencia de varios entierros hallados en los canales, hasta donde sabemos es la primera vez que conductos de agua fueron usados como tumbas donde se depositaron restos humanos. Probablemente se trataba de personajes de alto rango, ya que las ofrendas que los acompañaban eran sumamente valiosas. Había collares orejas y pectorales de jade, objetos de concha nácar, punzones de hueso tallados y una cantidad enorme de vasijas de barro del más puro estilo teotihuacano. Algunos contenían más de 300 objetos.
Una particularidad del sitio es que los restos humanos fueron colocados en los canales en una posición muy poco usual, llamada "flor de loto". Esta postura consiste en depositar el cuerpo semisentado con las piernas cruzadas y los pies descansando en el triángulo formado por la cadera y las rodillas. En algunos casos el difunto era inhumado en tumbas excavadas en forma cónica. Todo lo descrito anteriormente nos habla de la importancia que el sitio de "Las Pilas" tuvo en el contexto regional. Hortensia de Vega (1998).
En el año de 1558 se fundó el templo parroquial y convento de la ciudad de Jonacatepec, dedicado a San Agustín, Obispo de Hipona, sus fundadores fueron Fray Jerónimo de San Esteban y Juan Cruzate se encuentran bajo el altar mayor de este templo parroquial. Las características principales de este inmueble, es de extensas dimensiones, la capilla abierta se incorpora con la fachada, se encuentra detrás del pórtico principal, además de sus espacios tiene esculturas muy notables, y el claustro de su convento aún se conserva en buenas condiciones.
En el año 1646 a la provincia de México le llamaban "audiencia de México", creó la alcaldía mayor de Cuautla y el Tenientazgo de Jonacatepec; hasta el año de 1824 al terminar la Independencia de México de 1810.
El pueblo se componía de sitios cercados de piedra, órgano o madera, casas con techo de zacate de cerro, muy pocas bardas de adobe y estos solo entre los vecinos más acomodados, las calles donde están la capilla era la principal cuando se fundó Jonacatepec.
La abundancia de mano de obra era el resultado de la alta concentración de población indígena, debida precisamente a las obras de irrigación, la cercanía al mayor mercado, la ciudad de México, que era el mejor centro de distribución, dada a los plantadores de Morelos una ventaja adicional en que las condiciones en que el costo de transporte era muy elevado.
Cuando menos ocho trapiches, se localizaban en el oriente del mismo Estado, aprovechando el agua del río Amatzinac.
Dos haciendas la de Santa Clara de Montefalco en Jonacatepec y la de Santa Anna Tenango en Jantetelco, fueron las que paulatinamente dominaron a los pueblos de la Tlanahuac- Chalcatzingo. Desde principios del siglo XVII, empezó a sufrir las consecuencias de lo que sería la hacienda azucarera de Santa Clara de Montefalco.
La suerte de estas dos empresas fue diversa, y solo estas sobrevivirían hasta el siglo XIX, pertenecientes al mismo dueño.
Los inicios de Santa Clara de Montefalco, se remontan a 1616. El origen de la tierra de lo que se convertiría en la poderosa hacienda, está en una merced otorgada por el cuarto marqués del Valle, Don Pedro Cortés nieto del conquistador y muy afecto a arrendar sus propiedades, consistentes en dos caballerías de tierra (casi 86 hectáreas), y un sitio de estancia para ganado menor (unas 780 hectáreas), A Don Pedro Aragón en 1616, dando la licencia para sembrar caña de azúcar y establecer un trapiche de tracción animal, dos años después, el 20 de octubre de 1618.
La hacienda de Santa Anna Tenango tiene su origen en parte de una merced otorgada, en 1589, por el Virrey Marquez de Villa Manrique, de un sitio de ganado menor y dos caballerías de tierra, a su primer propietario que fue Luis Rebolledo. Establece el primer trapiche alrededor de 1640, pasó después a su hijo Francisco de Rebolledo, quien a su vez vendió la finca en 1650 a Pedro Sáenz de Rosas.
Al establecerse en Jonacatepec Don Pedro Segura como teniente de justicia, buscó la forma de mejorar la forma de vida de los pocos habitantes, estos vivían dispersos en casas de zacate, haciendo plaza frente al convento. La casa de comercio propiedad de Don Martín de la Rosa pariente de Pedro Trápaga de Rosas, ocupaba el lado sur de la plaza; por cierto a Don Martín se le atribuye la construcción del puente de la barranca honda, así como la donación de la imagen del señor de las tres caídas a la capilla del barrio de San Martín y de la virgen de la soledad a la capilla del barrio de San Francisco. En el lado poniente se ubica la casa de la Justicia y del lado norte la cárcel.
Al morir Don Antonio de Arrigorrieta en marzo de 1708, dejando como herederas a sus hijas y a Don Pedro de Segura, éste tuvo que regresar a Santa Clara y tras negociaciones con la viuda y las hijas de Arrigorrieta, le vendieron su parte quedando como único dueño.
A su muerte en 1740 y como no tenía descendientes, heredó las propiedades de su sobrino Don Juan Francisco de Urtaza, quien llegó a México en 1726, casándose poco después con Doña María Jacinta de Córdoba, natural de la ciudad de México, procreando tres hijos, José Francisco, María Josefa e Ignacia Josefa.
Don Juan Francisco de Urtaza resultó ser un buen administrador como su tío adquiriendo la hacienda de Santa Anna Tenango en 1750, llegando a ser el mayor terrateniente de la región, el único que pudo agrandar la propiedad en el siglo XIII y contar con dos ingenios. Modernizando las fabricas y estableciendo la base emporio azucarero del oriente del hoy Estado de Morelos: En este período pasando del antiguo procedimiento de "fuego directo" al innovador sistema de vapor que permite a Santa Clara pasar a un elevado incremento de producción en 1869.
La buena fortuna que tuvo en los negocios, no la tuvo en el seno familiar, ya que su único hijo varón y sus dos hijas murieron en la infancia, que dando sin descendientes que heredaran las fincas.
La súbita muerte de su esposa Doña María Jacinta de Córdoba en 1752, lo decidió a nombrar sucesor, para lo cual pudo haber elegido entre los numerosos parientes de una mujer avecindados en la ciudad de México, prefiriendo seguir con la tradición familiar implantada por su lejano antepasado Don Domingo de Arrigorrieta, la cual propiedad de Santa Clara y Tenango pasaba de tío a sobrino.
Por lo tanto, ese mismo año, Don Juan F. de Urtaza envió un mensaje urgente a la Villa de Armentia, en el país Vasco, pidiendo que viniera a la Nueva España su joven sobrino, José Antonio de Zalvidegoitia, quien llegó a Santa Clara en 1753, probando desde un principio tener una gran capacidad para el trabajo, por lo que su tío lo nombró, en ese mismo año, administrador de Santa Anna Tenango.
En poco tiempo Zalvidegoitia aprendió todos los aspectos de la siembra de caña y del proceso para la fabricación de azúcar, así como el manejo de la hacienda, con lo que se convirtió en el indispensable asistente de su tío, quien en 1754 hizo testamento a su favor y no queriendo heredarle problemas posteriores, solicitó una nueva revisión de los títulos de propiedad de las haciendas, lo cual si le costó mucho tiempo y dinero, también le permitió contar con una titulación legalmente perfecta.
Don Juan Francisco de Urtaza falleció el 9 de junio de 1759, dejando como único heredero a José Antonio de Zalvidegoitia.
El poblado primero se convertía en alcaldía, posteriormente en tenientazgo, perteneciendo a la intendencia de Puebla. Luego le cedieron a la alcaldía mayor de Cuautla. Recibiendo a cambio a Tlapa e Igualapan, que hoy forman parte del estado de Guerrero. Este cambio entre las intendencias de México y Puebla dio forma a lo que actualmente es el Estado de Morelos
El Congreso del Estado de México creó el partido de Jonacatepec. El 29 de enero de 1825 quedó el tenientazgo del mismo nombre sujeto a la prefectura de Cuernavaca.
Al establecerse la República Centralista, la Junta Departamental del Estado de México, dividió el departamento de México en 13 Distritos y así nació un partido con cabecera en Jonacatepec.
En 1855 se reconoció la existencia legal del Distrito de Jonacatepec. El 31 de Julio de 1861 por decreto No. 25 de la Legislatura del Estado de México, dividió nuevamente al estado, continuando Jonacatepec, con su categoría de la cabecera del Noveno Distrito.
En 1861 el Congreso del Estado de México, Con el Plan de Jonacatepec, desconoce a Juárez y nombra a Porfirio Díaz, Presidente de la República y a Feliciano Chavarría, Gobernador del Estado.
Este movimiento en conjunción con otras semejantes en el centro del país, no llegó a fructificar, pues los sublevados de Jonacatepec, fueron abatidos por las fuerzas del estado al mando del general Don José Fandiño, quien le dio alcance a las huestes del General Chavarría, derrotándolo. Los rebeldes huyeron a Tetela y a Hueyapan. Rosario Aragón, principal autor del Plan de Jonacatepec, fue aprendido en Villa de Valle, en el estado de México y posteriormente fue pasado por las armas.
El 17 de octubre de 1861, la Legislatura del Estado de México creó los Distritos de Cuernavaca , Morelos (Cuautla), Yautepec, Tetecala, y Jonacatepec. El 14 de noviembre de ese mismo año se designó a las cabeceras de Distrito con el nombre de Villas, excepto las que ya eran ciudades.
El 7 de Julio de 1862 El presidente Benito Juárez, decretó la creación del Tercer Distrito Militar en el estado de México; abarcando los cinco Distritos del actual Estado de Morelos, cada una de las cabeceras de los cinco distritos, honraba a un héroe nacional; así; Cuernavaca de Iturbide, Cuautla de Morelos, Yautepec de Gómez Arias, Tetecala de Matamoros y Jonacatepec de Leandro valle.
El 17 de Abril de 1869, cuando se creó el Estado de Morelos, se ratifican los distritos y sus respectivos nombres. Desde entonces se designa a Jonacatepec, de Leandro Valle.
Durante el período Porfirista este pueblo adquirió gran auge por el éxito de las haciendas de Santa Clara y Tenango, que se habían expandido, llegando a producir cantidades de azúcar nunca antes alcanzadas. La serie de injusticias y despojos cometidos contra los pueblos en esta etapa se hizo anhelo por la Revolución. Durante el período revolucionario se formó en Jonacatepec el Club Liberal Leandro Valle. Se pretendió defender la no reelección de Don Pablo Escandón. El gobierno Porfirista creyó que utilizando al general Leyva se podrían calmar los ánimos en el estado, por lo que el 9 de abril de 1911 el general Leyva se entrevistó con los hermanos Zapata, Tepepa y Azúnzolo, entrevista que resultó infructuosa para Leyva y el gobierno que representaba, pues la decisión de luchar por la causa revolucionaria ya estaba tomada. INAH (1998).
El ingenio trabajó hasta la zafra de 1912 - 1913 cuando los movimientos revolucionarios paralizaron la fabrica. Lic. Jorge Yaber de León y Profr. Antonio Sánchez Lozano (1998).
Jonacatepec tuvo un enorme apogeo comercial. Antes de la Revolución de 1910, estaba rodeado de grandes ingenios como los de Santa Clara, Tenango, y de las Haciendas de San Ignacio (hoy Marcelino Rodríguez), Cuatepec, y Atotonilco.
Don Eliseo Aragón, nos recuerda porque el antiguo nombre de Santa Clara, cambió al de "El Peñón": debido a que por decreto de la legislatura del gobierno del General Calles, todos los pueblos del Estado, que tenían nombres de santos, hubo de cambiarse por nombres de revolucionarios, por sus nombres primitivos, o por características de lugar.
Jonacatepec de Leandro Valle tiene un reloj público colocado en una torre construido exprofeso en el centro de la Plaza Principal, notable porque al sonar cada cuarto, repite la hora; particularidad que no tienen otros relojes. En el costado sur de esta torre hay una placa que dice: " Se inauguró este relox el 28 de mayo de 1889 - Gobernador del estado C. Coronel Manuel Alarcón - Jefe Político del Distrito C. Manuel G. Durán. Y en el lado Oriente, otra placa de mármol negro: " Plaza del inmortal EMILIANO ZAPATA", Jonacatepec, Mor. noviembre 28 de 1921).
Durante el período revolucionario se formó en Jonacatepec el Club Liberal Leandro Valle. Se pretendió defender la no reelección de Don Pablo Escandón. El gobierno Porfirista creyó que utilizando al general Leyva se podrían calmar los ánimos en el estado, por lo que el 9 de abril de 1911 el general Leyva se entrevistó con los hermanos Zapata, Tepepa y Azúnzolo, entrevista que resultó infructuosa para Leyva y el gobierno que representaba, pues la decisión de luchar por la causa revolucionaria ya estaba tomada.
No era una guerra placentera. Las tropas federales de Morelos eran implacables. Uno de sus método favoritos de ejecución consistía en colgar por el cuello a un hombre y luego encenderle una fogata bajo los pies, de modo que sufriera la agonía del estrangulamiento y del fuego al mismo tiempo, los zapatistas no tardaron en demostrar de que también ellos podían ser crueles, aunque zapata se esforzó cuanto pudo por contenerlos. Si bien Zapata era moderado, no por ello cejaba en su empeño por que se resolviera la cuestión de la tierra antes de licencias a sus fuerzas irregulares. La ambigüedad de del convenio de ciudad Juárez, la incapacidad de Madero para actuar con decisión y el carácter reaccionario del gobierno interino hicieron que los zapatas continuaran en pie de guerra. Los terratenientes morelenses aterrorizados se dieron a difundir histéricamente a través de los periódicos de la ciudad de México las atrocidades, a veces reales, pero con frecuencia inventadas, de los hombres de Zapata. La prensa exageraba todavía más lo real y lo fingido y llamaba a Zapata “el Atila del Sur”. El gobierno provisional mandó más y más soldados para restablecer el orden; pero mientras más eran las tropas que se mandaban más obstinada y rígida se volvía la resistencia zapatista. Efectuaban incursiones quemaban edificios y cultivos, robaban el ganado, atacaban pueblos, descarrilaban trenes y peleaban contra las fuerzas federales que se enviaban contra ellos.
Uno de los lugares que más se relacionan con su lucha y con su muerte es el pueblo de Jonacatepec, cabecera del municipio homónimo y del distrito XIII, aunque parezca paradójico, pues Jonacatepec constituía un centro de control político que el gobierno ejercía en el oriente sur de la entidad. Hacia 1890, su prosperidad era tan grande, que a los ojos de un morelense instruido de la época aparecía como una isla en el amplio territorio dominado por las haciendas propiedad de Luis García Pimentel, semejante a los pequeños pueblos rurales oprimidos de Irlanda.
Jonacatepec fue muy significativo para Zapata precisamente por ser la plaza más importante de la zona. Ahí se encontraba el cuartel militar. Recién electo general en Jefe del Ejército Revolucionario del Sur, en Jolalpa, su primer objetivo fue la toma de Jonacatepec, narrada con tonos dramáticos por uno de sus secretarios en ese entonces, un tal Marmolejo. Octavio Paz Solórzano, padre del homónimo Nóbel de la literatura, quien fuera encargado por propio guerrillero suriano de elaborar la historia de la revolución, escribía que:
“En los últimos días del mes de abril, Zapata ordenó a su gente alistarse para atacar Jonacatepec, que estaba defendido por quinientos federales al mando de Bonifacio Herrera.
Casi es inútil decir que en esta población el triunfo fue de los revolucionarios. Don Emiliano estaba en sus días de fortuna, sus hombres en su mayor parte estaban en la flor de la edad, llenos de vigor y de aliento, luchaban con brío y el enemigo estaba casi intimidado, de suerte que la plaza de Jonacatepec, después de tres días de asedio y de rudos combates fue dominada, proporcionando a los vencedores un buen botín de guerra.”
Se trató de un enfrentamiento feroz, en el que el general no pudo controlar a sus huestes. Los rebeldes hicieron múltiples atrocidades, como el saqueo y el incendio de la tienda de la familia Aragón y la muerte del jefe de telégrafos. Muy probablemente, a ese acontecimiento pertenecen las marcas de los impactos de bala que todavía se conservan sobre todo en el campanario del convento agustino del siglo XVI. A partir de esa victoria, Zapata fue conocido por la prensa metropolitana como el cabecilla de la insurrección en el estado de Morelos. Sólo después de la toma de Jonacatepec, en los primeros días de mayo, pudieron los insurrectos aumentar en número y en brío suficiente para vencer al Quinto de Oro, como se conocía al célebre Quinto Regimiento de Caballería. Si Zapata no hubiera tenido esa victoria, no habría tomado Cuautla y Porfirio Díaz habría soportado más tiempo los embates de la revolución en el norte.
El acontecimiento fue de enorme importancia para la historia de la revolución zapatista.
Durante todo el verano y el otoño de 1911 Madero se esforzó por hallar una solución al problema zapatista.
A mediados de junio, como respuesta a una invitación de Zapata, hizo un viaje a Cuernavaca y otras plazas fuertes de los zapatistas. En Cuernavaca se le dio una estruendosa bienvenida. Una lluvia de rosas y gardenias cubrió el automóvil Pakard que lo condujo de la estación ferroviaria al Palacio de Cortés, los hombres de Zapata vestidos de manta y calzados con huaraches, presentaron respetuosamente armas; jinetes zapatistas ceñidos de cananas y erizados de rifles pistolas y cuchillos cabalgaron a su lado como guardia de honor. El trato entre Madero y Zapata era cordial y había entre ambos un sentimiento de respeto reciproco. Si bien a Zapata le impacientaba la dilatación en el reparto de las tierras reconocía la honestidad de Madero y su buena voluntad. Por su parte , Madero, aunque consciente de los horrores que los zapatistas habían cometido, admiraba la devoción del líder campesino a un fin único y altruista
En cambio, ha llamado más la atención la toma de Jonacatepec del 18 de abril de 1913. Después de haber tomado Jonacatepec, en mayo de 1911, la plaza fue tomada y recuperada alternativamente por fuerzas zapatistas y federales en los meses siguientes. Sin embargo, uno de los hechos de armas que más llamó la atención fue la toma de Jonacatepec después de la asunción como gobernador del Estado de Juvencio Robles, el sanguinario general huertista, luego de haber disuelto el congreso con domino Leyvista, a mediados del mes.
Inmediatamente luego de la toma del poder por Robles en Cuernavaca, el jefe insurrecto inició un ataque contra Jonacatepec, en las primeras horas de la mañana. La plaza estaba resguardada por 500 federales al mando de Higinio Aguilar. El enfrentamiento duró 36 horas y los prisioneros fueron enviados al Cuartel General de Tepalcingo, pero Zapata les perdonó la vida, bajo la promesa de no volver a luchar contra la causa revolucionaria. Se trató de una hábil maniobra política que buscaba llamar la atención acerca de la actitud benévola que asumían los revolucionarios sureños frente a la crueldad que habían mostrado las fuerzas federales. Higinio, al no encontrar alternativa y viendo las ventajas eventuales, se convirtió al zapatismo, prestando una ayuda importante al movimiento rebelde, sobre todo por los contactos para la compra de armas y el asesoramiento en estrategia militar.
La victoria zapatista tiene gran relevancia por el significado político y militar. En efecto, la situación de la revolución del sur era desastrosa en ese momento, de manera que la victoria significó una recuperación y un alivio a las adversidades. Por otra parte, el botín de guerra resultó de gran ayuda, pues se obtuvieron 330 máuseres, 310 caballos con sus sillas y dos ametralladoras con municiones, con lo que se resolvían de momento los apuros. Finalmente, la respuesta contundente del zapatismo preanunciaba los problemas a que se enfrentaría la acción sanguinaria en el estado de las fuerzas federales.
Fue, sin duda, una victoria de suma importancia. De nuevo en la segunda mitad del mes abril, pero ahora de 1914, Jonacatepec y otras ciudades importantes cayeron en manos zapatistas, en un momento en que el dictador Victoriano Huerta estaba por sucumbir, aunque todavía duró en el poder hasta el 13 de julio, cuando renunció y se fue al exilio. Los García Pimentel se vieron obligados a abandonar sus haciendas y dejarlas en manos zapatistas, quienes obtuvieron ese año excelentes cosechas, gracias también al buen temporal de ese año.
La revolución en Morelos estuvo caracterizada por altibajos. Zapata tomaba plazas y luego las abandonaba para retirarse a las zonas montañosas del sur de la entidad, donde tenía su refugio natural, aunque podía establecerse en Huautla donde establecía su Cuartel General durante las retiradas. En el caso de Jonacatepec esta alternancia se dio muchas veces durante los años siguientes. En abril de 1916 la Convención Revolucionaria prácticamente había sucumbido ante las victorias constitucionalistas en todo el territorio nacional. En el estado de Morelos estaba bajo control federal a finales de ese año. En una pantomima democrática, fue electo como diputado constitucionalista don Álvaro Alcázar, un prominente jonacateca que había traicionado al movimiento zapatista para pasarse al carrancismo. Como constituyente, don Álvaro fue electo por el distrito de Jojutla, dentro de un cuartel militar, y no tuvo ningún papel prominente en los trabajos del 1916-1917, sino que fungió como figura decorativa de segunda en Querétaro. Después fue gobernador del estado y ocupó otros cargos públicos importantes.
Finalmente fue de nuevo en abril, pero de 1919, cuando Jonacatepec fue el centro de las acciones zapatistas. El movimiento revolucionario se encontraba de nuevo en una situación desastrosa. Por doquier Zapata se veía obligado a huir y refugiarse en su guarida mantañosa e impenetrable de las Sierra de Huautla, para salir con escaramuzas ocasionales que poco afectaban la estabilidad nacional. Fue entonces cuando apareció la figura “salvadora” del coronel Jesús Guajardo, comandante del Quince Regimiento, quien por diversos medios logró engañar a Zapata de sus intenciones de unirse a la causa revolucionaria. El cabecilla del sur pidió como acto de fidelidad a Guajardo la toma de Jonacatepec. El oficial carrancista se reveló contra el gobierno el 8 de abril e inmediatamente avanzó de Cuautla contra Jonacatepec. La mañana del 9 de abril, entró triunfante a esa población y mando fucilar a varios militares del gobierno que habían traicionado la causa zapatista, dando con ello muestras irrefutables de su decisión de pasarse al bando revolucionario. Ese mismo día, después de la toma de Jonacatepec, el general Emiliano Zapata y el coronel Jesús Guajardo se encontraron con parte de sus fuerzas en la estación Pastor, ubicada a cinco kilómetros al sur de esa ciudad.
No es necesario abundar en este último acontecimiento, pues es de sobra conocido por todos. Queremos sólo subrayar que no fue por caso que Jonacatepec hubiera sido elegido por Zapata para que Guajardo mostrara su lealtad. Jonacatepec era un centro estratégico, con una población que al inicio de la revolución era cercana a la de Cuautla y antecedente necesario para el resurgimiento de la lucha. Jonacatepec representaba la primera ciudad importante después de la frontera natural de la Sierra. Para avanzar hacia los demás centros políticos, primero debía caer Jonacatepec. Es por ello que las tomas de esa población resultan tan importantes para la historia de la lucha zapatista, y no se tratan de eventos secundarios o aleatorios. Es por ello también que la lucha zapatista inicia con la toma de Jonacatepec y concluye con la toma de Cuautla. Se trata de un fenómeno obvio de geografía política que ningún historiador ha tomado en cuenta.
Participo brillantemente, en el movimiento de Ayutla. ( 1833 - 1861 )
Ingeniero, filósofo, maestro e historiador. ( 1870 - 1954 )
Leandro Valle nació en la calle de San Agustín de la Ciudad de México, el 27 de Febrero de 1833.
Su infancia transcurre en compañía de su padre Don Rómulo Valle, en el poblado de Jonacatepec. La vida de Leandro Valle transcurre en una porción importantísima de la historia de México. En 1836 cuando Leandro Valle era un niño, viviendo en Jonacatepec, próximo a entrar a la escuela donde aprendería sus primeras letras, el General Santana caía prisionero en Texas, a mano de los "independentistas", que en realidad lo que querían era anexarse a los Estado Unidos. Toda su vida de adolescente la vivió bajo el signo del nefasto Antonio López de Santa Anna, la naciente república no podía consolidarse y era despojada de más de la mitad de su territorio.
En 1844 ingresó al Colegio Militar con tan solo 11 años de edad.
A los 14 años egresa graduado de Subteniente. Ya graduado combatió a los Polkos, y en 1847, participo en la guerra contra la intervención norteamericana.
El joven Leandro Valle no dudó en integrarse al movimiento de Ayutla, abanderado por el insigne Don Juan Alvarez.
Afiliado al partido Liberal concurre a la formación del gabinete del General Juan Alvarez, en Cuernavaca.
En 1854 al triunfo de la revolución de Ayutla, Santa Anna renuncia y le deja al mando a Félix Zuloaga quien aunque después reconocería a los Ayutlecos, posteriormente sería la cabeza del grupo conservador más reaccionario opuesto a toda reforma, que atentara contra los intereses de los poderosos, en ese entonces la Iglesia y los proimperialistas, aquellos que creían que los mexicanos no estábamos listos para gobernarnos y esperaban que algún rey extranjero rigiera nuestro destino.
En 1855, fue a París como agregado militar y regresó a México en 1857.
Participó en la guerra de tres años distinguiéndose en las batallas de Guadalajara, de Silao, y de San Miguel Calpulalpan.
El general Santos Degollado, lo asciende coronel por sus méritos de campaña, en la Batalla de Guadalajara.
El 5 de febrero de 1857, se juró la nueva constitución producto de movimiento de Ayutla. Ignacio Comonfort, resultó electo presidente de las elecciones de julio de ese año. Sin embargo las presiones de grupos conservadores no lo dejarían gobernar. Una vez más la reacción encabezada por Félix Zuloaga, lanzaría el Plan de Tacubaya que desconocería la recién aprobada constitución.
Comonfort desconoció la constitución, disolvió al congreso, encarceló a Benito Juárez, quién de acuerdo con la constitución era quien debería de sucederle si Comonfort se negaba a asumir el puesto de Presidente.
No obstante eso, los reaccionarios encabezados por Zuloaga seguían sin reconocerlo como presidente; Comonfort abandonó el país huyendo hacia los Estados Unidos.
Libre Benito Juárez, defensor de la legalidad y de la República asume la presidencia de la República, Leandro Valle estaría siempre a su lado.
El 19 de enero de 1858 Juárez establecería su Gobierno en Guanajuato, instaló su gabinete e inició la Revolución de Reforma.
En la capital a su vez, Félix de Zuloaga se declaraba presidente. De esta manera había dos gobiernos en México, uno liberal en la provincia y otro reaccionario ocupando la capital.
Tres años dura esa guerra fraticida, a la postre los liberales habrían de imponerse sobre los reaccionarios.
El 5 de Abril de 1858, Leandro Valle se encontraba en Zapotlán, ciudad Guzmán, Jalisco, formando parte del Ejercito Liberar, junto con Santos Degollado, Juan N. Rocha, Miguel Contreras Medellín, y otros. En Zapotlán enfrentó a las tropas de Leonardo Marquéz, junto con Antonio Rojas.
En Mayo de 1859, ascendió a general de brigada cuando solo tenía 26 años de edad.
En diciembre de 1860, parte al mando de la División de Jalisco, hacia San Miguel Calpulalpan, batalla en las que la fuerzas liberales al mando del General Jesús González Ortega, también participarían Ignacio Zaragoza, Francisco Alatorre, Nicolás Régules, entre otros, derrotaron a Miguél Miramón, Lonardo Márquez, José María Cobos el 22 de diciembre de 1861, triunfo Liberal.
El 25 de diciembre de 1861 entra a México, formando parte del triunfante Ejercito Liberal, con Jesús Gonzáles Ortega, que permitiría el establecimiento de Juárez en la capital de México.
En 1861, fue designado diputado federal, en ese mismo año es designado comandante del Distrito Federal por el Presidente Benito Juárez.
Cuando Melchor Ocampo se retiró a la vida privada, a su hacienda de Pomoca en el estado de Michoacán fue apresado por Lindoro Cajiga, quien lo condujo a Tepeji del Río, al campamento conservador; ahí por ordenes Félix Zuloaga, y Leandro Márquez, se le mandó a fusilar.
Don Melchor Ocampo fué asesinado en la Hacienda de Caltengo en el actual estado de Hidalgo, el 3 de junio de 1861.
El hecho indignó a los liberales de tal manera que el general Santos Degollado pidió que se mandara a castigar a los reaccionarios. Lo cual se hizo. Sin embargo el General Santos Degollado, también murió a manos de los conservadores.
Como respuesta el Presidente Benito Juárez, mandó al joven General Leandro Valle a combatir a Márquez, pero fue sorprendido en el valle de Las Cruces por una gavilla de Gálvez.
Hecho prisionero el 23 de junio de 1861, fue fusilado y luego se le colgó en un árbol, para escarmiento de los liberales.
Con grandes honores su cuerpo se trasladó a la ciudad de México y fue enterrado en el Panteón de San Fernando.
Valientes e inteligentes mexicanos siguiendo el ejemplo de Leandro Valle, habrían de expulsar a los invasores de nuestra patria, de iniciar una nueva era para México.
México está en deuda con muchos de sus héroes.
Hoy Jonacatepec rinde homenaje a la memoria del ilustre Jonacatepense. Revista (1997).
Agustín Aragón nació el 28 de agosto de 1870 en la Villa de Jonacatepec, Estado de Morelos. Sus padres fueron José H. Aragón, del rancho de Amasongo, cercano y Victoriana León de Chilpancingo.
Fue educado realmente en el hogar hasta que cumplió 13 años 4 meses; época en que lo trasladaron a la metrópoli (enero de 1884) donde ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria. A fines de 1889 concluyó en ésta sus cursos; que fueron los de todas sus asignaturas para ingeniería, medicina, arquitectura, farmacias y jurisprudencia; por eso pudo ser alumno numerario de las Escuelas de Medicina y de Ingenieros.
En la preparatoria se distinguió como conferenciante público.
En ingenieros estudió para ser ingeniero topógrafo e hidrógrafo e ingeniero geógrafo; y otras asignaturas de ingeniería de minas.
El Ingeniero Agustín Aragón y León se consagró al profesorado. Enseñó en la escuela de Ingenieros: Economía Política y Matemáticas superiores; en la Agricultura: Historia Natural agrícola del ganado mayor y menor, y meteorología; en el Colegio Militar: Física; y en la preparatoria: Mecánica y Cosmografía y academias de Física y Química. En el Colegio Militar así mismo en las dos Normales fue examinador ad honorem: de Geodesia y Astronomía práctica; de Cosmografía y Geografía; y de Economía política y Derecho Constitucional.
En 1888 empezó a estudiar el positivismo en su aspecto filosófico; en los siguientes años en el social, político y religioso.
Funda en 1901 la Revista positiva que edita a sus expensas y escribe más de 4 tomos de los 14 que lo forman.
De 1896 a 1900 trabajó en la Secretaría de Fomento. En 1891 y 1892 traza el paralelo de 31° 47’ de latitud norte entre México y los Estados Unidos.
En 1907, en el mes de enero, se divorcia de la enseñanza oficial y desde entonces y de lleno en lleno da su vida a la enseñanza positivista gratuita popular.
De 1900 a 1910 fué diputado al Congreso de la Unión, y allí pronuncia tres resonantes discursos; dos en defensa del Senador Lic. José López Portillo y Rojas en el Gran jurado de éste en noviembre de 1909 y otro a discutir el dictamen sobre la nacionalización de los Ferrocarriles.
Sus obras están en la Revista Positiva, en decenas de folletos en páginas inéditas, en revistas extranjeras y nacionales de sociedades científicas.
No tiene palmas académicas ni condecoraciones; es humilde escritor y apóstol de la Religión de la Humanidad.
El Ing. Agustín Aragón y León falleció en la ciudad de México, el 30 de marzo de 1954, en el antiguo Hospital Inglés. Sus restos fueron velados en su casa de la calle del Pino número 215 en la colonia Santa María la Ribera. Fue sepultado por decreto presidencial del Lic. Adolfo Ruíz Cortines, con todos los honores correspondientes, en la rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil de Dolores, en la ciudad de México, el 31 de marzo.
1825 Se crea el partido de Jonacatepec y el tenientazgo del mismo nombre queda sujeto a la prefectura de Cuernavaca.
1855 Se reconoce el distrito de Jonacatepec
1861 El congreso del estado de México, en el Plan de Jonacatepec, desconoce a Juárez y nombra a Porfirio Díaz Presidente de la República y a Feliciano Chavarría gobernador del estado. Los nombramientos anteriores no llegaron a fructificar.
1910 Se forma el Club Liberal Leandro Valle.
1911 El general Leyva se entrevista con Zapata, Tepepa y Azúnzulo.
Zona arqueológica de Chalcatzingo. Varias construcciones y relieves arqueológicos. Las más antiguas datan de más de 600 años a.C.
Jonacatepec. Convento Agustino del siglo XVI. Casa del héroe de la independencia Leandro Valle y lugar importante de la Lucha revolucionaria de los Zapatistas.
Hacienda de Santa Clara. Casco de la hacienda azucarera de Santa Clara de Montefalco, que dominó la región desde la colonia hasta la revolución zapatista de 1910. No esta abierta al público.
Tepalcingo. Santuario del Señor de Tepalcingo, del siglo XVIII sede de una de las más grandes ferias de país.
Existe un museo en la zona arqueológica de "Las Pilas", que actualmente no esta en servicio.
Las fiestas populares son: el 5 de mayo, fiesta cívica con carros alegóricos, corrida de toros y teatro; 1 y 2 de noviembre, conmemoración de Todos los Santos y fieles difuntos; y 12 de diciembre, fiesta en honor a la virgen de Guadalupe con feria y danza de vaqueritos; feria de la cebolla en el mes de diciembre.
Trajes típicos. El Tecuán, presenta en apariencia un personaje con ropas viejas, máscara burlona y sombrero, portando un animal disecado.
No existen temas o composiciones musicales propios del municipio, más sin embargo existe un corrido el cual lleva su nombre, "Corrido de Jonacatepec"
En cuanto a los alimentos de la región consumidos por los habitantes del municipio son: Mole verde de pepita (pipián) con tamales de ceniza, mole rojo de guajolote, cecina con queso, crema y salsa verde con guaje, barbacoa de cabrito y güilotas (palomas silvestres) guisado en pipian o en salsa verde. En Jonacatepec es en donde además existe una gran variedad de recetas de cocina a base de cebollas
Balneario de "Las pilas", con alberca, chapoteadero, areas verdes y ruinas arqueológicas, ideal para acampar y convivir con la familia.
Zona arqueológica de Chalcatzingo, ruinas arquelógicas a 4 km de distancia.
Balneario las termas de Atotonilco, aguas termales, a 4 km de distancia
Centro recreativo "Tlanextli" en Jonacateopec.
El municipio se ubica geográficamente entre los paralelos 18º 32´de la latitud Norte y 90º 07´ de longitud Oeste del Meridiano de Greenwich, a una altura de 982 metros sobre el nivel del mar. Tiene una superficie de 125.037 kilómetros cuadrados, cifra que representa el 2.52% del total del Estado.
Limita al norte con Coatlán del Río, Tetecala y Mazatepec; al sur y suroeste con el Estado de Guerrero; y al oriente con Puente de Ixtla.
olíticamente está dividido en 9 localidades siendolas más importantes: Amacuzac, Cajones, Casahuatlán, Coahuixtla, Huajintlán,Miahuatlán, San Gabriel las Palmas, Teacalco, Rancho Nuevo y Zoquital
125.037 km2 cubriendo el 2.24% de la superficie del estado.
Este municipio la parte sur limita con la Sierra de Ocotlán, también llamada Cerro Frío; sus alturas principales son: El Cerro del Veladero sobre la cota de los 1,250 metros, y a la misma altura los cerros del Sombrerito y el Picacho, que se localizan al poniente del municipio; al Norte de Teacalco se encuentra el Cerro de los Ajonjolíes y el Cerro de los Corrales sobre la cota de los 1,259 metros.
También se observan las zonas accidentadas en la partesur del río Amacuzac. Las zonas semiplanas se localizan en la parte sur y poniente del municipio y por último las zonas planas se encuentran en la parte centro, sur y oriente del municipio, abarcando un 59% de la superficie.
Los recursos hidrológicos del municipio de Amacuzac, se componen básicamente por el río Salado; que pasa por Casahuatlán y Coahuixtla. El municipio es cruzado en su parte media por el río Amacuzac y es alimentado por las corrientes de la barranca de Xoapa, sobre todo en la época de lluvias, la cual nace en el municipio de Tetecala de la Reforma.
El río Amacuzac, nace en el poblado de Cacahuamilpa Guerrero, de la unión del río Chontacoatlán y el río San Jerónimo, a partir de esta unión de dichos ríos, toma el nombre del río Amacuzac con una distancia de aproximadamente 80 kilómetros de longitud, al salir del municipio se interna a Puente de Ixtla por los ríos Chalma y Tembembe y se une a otros ríos para alimentar al río Mezcala y formar el río Balsas.
En el municipio de Amacuzac se cuenta con una presa de suma importancia, ubicada en la localidad de Rancho Nuevo, con una capacidad de almacenamiento de 2 millones de metros cúbicos de agua aproximadamente.
En el municipio de Amacuzac se cuenta con una presa de suma importancia, ubicada en la localidad de Rancho Nuevo, con una capacidad de almacenamiento de 2 millones de metros cúbicos de agua aproximadamente.
El clima predominante en este municipio, facilita una gran actividad agrícola, que constituye un soporte básico de su desarrollo en cultivos como caña de azúcar, maíz, sorgo y hortalizas, que demandan fuertes consumos de agua, la disponibilidad de agua es a través de la derivación de los Ríos Chalma y Amacuzac, los cuales se han visto limitados por la contaminación de sus corrientes.
La infraestructura hidroagrícola; la mayoría de los canales primarios y secundarios se alojan en tierra y no cuentan con infraestructura de control de aforo y a nivel parcelario no utilizan métodos modernos de ahorro de agua, como la fertirrigación. Ante la pérdida de agua por la infiltración en la infraestructura, se hace necesario la construcción de la línea de conducción "La Calera" y el revestimiento de los canales Tepopula y el canal "Miahuatlán".
Asimismo se requiere adoptar tecnologías más eficientes y de bajo consumo de agua a nivel parcelario, utilizando los sistemas de riego presurizado, por goteo y asperción.
En la clasificación general del clima del Estado de Morelos, al municipio de Amacuzac le corresponde clima de tropical húmedo, registra una temperatura media anual de 25 grados centígrados, una precipitación pluvial de 1,187 milímetros anuales y su período de lluvias es de junio a octubre, el invierno es indefinido lo cual permite en las zonas de riego la obtención de dos cosechas al año.
Cuenta con siete unidades ecológicas:
Este municipio se encuentra dentro del tipo de vegetación predominante, que es la selva baja caducifolia de clima cálido, algunas de las especies representativas son: casahuate, ceiba, cuajilote, tepehuaje, chapulixtle, mezquite, parota, huaje rojo y blanco, nopal, zopilote, huamúchil, copal, huizache, entre otras especies.
Pueden encontrarse: tejón, venado cola blanca, liebre, conejo común, coyote, comadreja, cacomixtle, tlacuache, zorras, zorrillos, armadillo, mapache, hurón, cuiniques, murciélagos, pájaro bandera, chachalaca, urraca copetona, zopilote, aura, cuervo, lechuza, canoras y de ornato, muchas de estas especies se encuentran en peligro de extinción.
Existen pequeñas minas de arena y de piedra de cantera, cuya explotación es realizada por los habitantes de la comunidad y se destinan al autoconsumo dentro del municipio, para el área de la construcción.
De 125.03 kilómetros cuadrados de superficie, en forma general se utilizan 2,467.40 hectáreas para uso agrícola, 2,021 hectáreas para uso pecuario y 917 hectáreas para uso forestal.
En cuanto a la tenencia de la tierra, se divide en 7,641 hectáreas de uso ejidal, 2,684 hectáreas de propiedad privada y 1,162 hectáreas de uso comunal.
Presenta dos agrohábitat las cuales están clasificadas de la siguiente manera:
I= Cálido Subhúmedo Awo.- Temperatura media anual de 22 grados centígrados y la del mes más frío de 18 grados centígrados. Presenta lluvias en el verano y la precipitación del mes más seco es de 60 mm., porcentaje de lluvia invernal entre 5 y 10.2 de la anual de acuerdo a su grado de humedad es el más seco de los cálidos subhúmedos, con un cociente P/T (precipitación total anual en mm. Sobre temperatura media anual en gradoscentígrados) menor a 43.2.
Presenta dos agrohábitat las cuales están clasificadas de la siguiente manera:
Awo.- Temperatura media anual de 22 grados centígrados y la del mes más frío de 18 grados centígrados. Presenta lluvias en el verano y la precipitación del mes más seco es de 60 mm., porcentaje de lluvia invernal entre 5 y 10.2 de la anual de acuerdo a su grado de humedad es el más seco de los cálidos subhúmedos, con un cociente P/T (precipitación total anual en mm. Sobre temperatura media anual en grados centígrados) menor a 43.2.
A=Planicies (valles, llanuras y mesetas).