En el territorio donde esta ubicada la población de Tetecala, se han encontrado vestigios de asentamientos humanos prehispánicos (Olmecas, Chichimecas y principalmente del período post-clásico en estilo Tlahuica).
Aunque en dichos períodos, Tetecala como población importante, aún no existía; es evidente que siempre hubo aquí asentamientos de diversas envergaduras y que era lugar importante de paso entre los señoríos de Coatlán y Mazatepec.
En lo referente a la fundación de la población, es importante anotar que en un mapa de 1583, mismo que se refiere al os pueblos que conformaban la Alcaldía Mayor de Cuernavaca, es cuando aparece por primera vez nuestra población en un registro documental histórico. En el mapa que da nota de los pueblos que conformaban el señorío de Cuauhnáhuac (1519), no aparece la población; por lo que se infiere que la fundación de Tetecala ocurrió en las fechas posteriores a la conquista y antes de 1583. Para 1594 Tetecala ya era considerada parte importante por su capacidad agrícola, además de por su impacto del catolicismo en su población. Al formar parte del Marquesado del Valle de Oaxaca, su nombre en ese tiempo fue “San Francisco Tetecala”, para entonces ya se había fundado la segunda población más antigua del municipio: la comunidad de Cuautitla.
Hacia 1746, Tetecala y los pueblos sujetos a su administración civil y eclesiástica, sumaban un total de 266 familias de “indios” y 32 de “españoles y mestizos”, así como algunas de “mulatos”; ocho décadas después la población se había incrementado a 4,040 habitantes que se distribuían en la cabecera del municipio, cinco haciendas y diez ranchos.
En pocos menos de un siglo de la población de la región de Tetecala apenas se había duplicado, y era inferior a la de cualquier municipalidad del distrito de Cuernavaca, habiendo crecido a una tasa promedio de 25 habitantes por año entre 1746 y 1826.
La vega en que se ubica el asentamiento era considerada “la más frondosa que hay en la jurisdicción de Cuernavaca”. Por las características físicas de su entorno, Tetecala fue calificado por viajeros y cronistas de los siglos XVII y XVIII como un lugar “muy ameno y divertible” Esto explica porque la naturaleza “supo dotar a un pueblo tan afligido por los calores... de las suculentas frutas con que todos los días se mira socorrida la sed y refrigeradas las fauces que desecara la actividad constante de un clima en que se hace apreciables”.
Pero aún cuando sus características físicas habrían permitido un mayor desarrollo de Tetecala, circunstancias y sucesos como su lejanía de la villa de Cuernavaca (once leguas en promedio) siendo éste centro político y económico del distrito, que se encuentra al extremo norte del territorio del mismo; o al reclutamiento constante de operarios para las haciendas azucareras de la región, contribuyendo a evitar dicho desarrollo.
Asimismo, las múltiples y catastróficas epidemias diezmaban poblados y daban origen a las consecuentes migraciones en busca de sitios seguros, a los que se sumaron las numerosas muertes causadas por la guerra a principios del siglo XIX. Estos factores que generaron aislamiento a su vez evitaron, por una parte, el crecimiento de la población al ritmo de asentamientos mejor comunicados y, por la otra, la diversificación de la actividad económica local.
Por otra parte, su actividad laboral se circunscribía a unos cuantos oficios existiendo, en 1826, 651 jornaleros, 50 labradores, 20 artesanos, 19 comerciantes, dos fabricantes de aguardiente, dos presbíteros, un cirujano, un maestro y un responsable de la autoridad civil. De entre estas actividades se destacaba el comercio, pues siendo el municipio de menor población en el distrito superaba en comerciantes a los de Xochitepec (10), Tlaltizapán (8), Puente de Ixtla (6) y Tlaquiltenango (3), teniendo este último casi 50% más habitantes que Tetecala.
Sin embargo, cabe destacar que, a diferencia de otras plazas en la región, los comerciantes de Tetecala se dedicaban antes al mercado externo que a la satisfacción de la demanda local de insumos, pues la producción frutícola era intensa y se hacía necesario venderla a compradores foráneos sin trasladarla a otros mercados. En el tercer decenio del siglo XIX Tetecala era una plaza comercial importante por “venta de caña (de azúcar), plátano, huacamote, jícama, ciruela, sandia, mamey, maíz y frijol”, todos estos productos cultivados por los lugareños.
Durante los once años de la guerra de independencia, Tetecala se constituyó en lugar obligado de paso de las tropas independentistas e importante semillero de insurrectos.
Las tropas insurgentes incursionaron a Tetecala desde el Sur (en el territorio del actual estado de Guerrero), o buscaban el refugio de la sierra tras los enfrentamientos con los enemigos del ejército realista. Este punto era uno de los accesos a los dominios de José María Morelos y Pavón en la parte meridional de la intendencia de México.
En medio de esta conflagración y dos años antes de concluir el movimiento de independencia, en 1819 los tetecalenses enfrentaron el interno de ser despojados de sus tierras comunales por un clérigo conservador. Aprovechando la inexistencia de autoridades estables y consecuentemente, la falta de control político y la violación flagrante de las leyes vigentes, el bachiller en letras y cura párroco de Tetecala, Andrés González Meraz, se apoderó ilegiblemente de tierras propiedad de los tetecalenses ubicadas en el paraje conocido como Tlatempan.
Pronto los afectados iniciaron “un enconado pleito por defender las tierras de su comunidad, consiguiendo recuperarlas en un acto de justicia y para beneficio colectivo ratificando con ello su autodeterminación como pueblo.
Ya en el año de 1821, solo quedaba combatiendo en el hoy estado de Morelos, Pedro Ascencio Alquicira, quien aprovechando que las tropas imperiales estaban en Acapulco, marchó en contra de Tetecala, que se encontraba resguardada por Dionisio Boheta, que no contaba más que con unos cuantos dragones de la reina que habían abandonado a Iturbide.
Viendo que iba a ser atacado, pidió ayuda al administrador de la hacienda de San Gabriel, señor Juan Bautista de la Torre, ya que Pedro Ascencio se había unido a Don José Pérez Palacios que se había declarado por la Independencia.
Pedro Ascencio se presentó frente a Tetecala el 2 de junio de 1821 a las cinco de la tarde e intimo la rendición de Boheta, quien lejos de intimidarse, le contestó que no se rendía, por lo cual inició el ataque a Tetecala, el cuál fue rechazado a las diez de la noche y tuvo que retirarse a la Hacienda de Miacatlán y del Charco, dejando una observación en el Cerrito de las Cruces. Al día siguiente Pedro Ascencio volvió a la cargada e intento desviar la dirección del río para que no entrara agua al pueblo, pero avisado que Huber había emprendido la marcha desde San Gabriel, salió al encuentro con un trozo de infantería y caballería y en el paraje denominado Milpillas, se mandó una carga de arma blanca y Francisco Aguirre, dependiente de la Hacienda de San Gabriel, mató de un machetazo a Pedro Ascencio, mismo que fue llevado a la ciudad de Cuernavaca y exhibido en un paraje público.
El Virrey concedió gratificaciones, grados y ascensos a los que mataron a Pedro Ascencio.
Lamentable fue la pérdida de este patriota, último insurgente que midió sus armas con los realistas, quedando sólo en el sur, Don Vicente Guerrero, enarbolando la bandera de la Independencia.
Después de la muerte del general Vicente Guerrero y siendo presidente Don Anastasio Bustamante, Tetecala dio el grito de rebelión encabezada por su constructor, Don Manuel Arellano y seguida por Jonacatepec, ambas poblaciones se pusieron a las órdenes del general Juan Alvarez, y en unión de otras del Estado de Morelos y la mayor parte de las de Guerrero.
A pesar del a muerte de Ascencio las fuerzas independientes se posesionaron de esta región y Don Manuel Arellano fue designado para reconstruir la población, empleando para ello a sus tropas y a los españoles vencidos, por lo anterior Tetecala quedo definitivamente establecida en el lugar que actualmente ocupa.
El Congreso constituyente del Estado de México, expidió el 6 de agosto de 1824 la Ley Orgánica para el Arreglo del Gobierno Interior del Estado, que en su articulo 3 declaraba que el territorio del estado se componía de los partidos que comprendían la provincia de su nombre y el artículo 36 dividió al territorio en 8 distritos.
El II Distrito fue el de Cuernavaca, donde se establecieron los siguientes ayuntamientos: Cuernavaca, Jiutepec, Tlaquiltenango, Ixtla, Yautepec, Xochitepec, Tepoztlán, Tlaltizapán, Miacatlán y Tetecala; fundándose así el municipio de Tetecala, aunque don Valentín López González cronista del estado, afirma que: el 2 de marzo de 1824 se funda el ayuntamiento de Tetecala.
A principios de 1848 los campesinos de Tetecala, Miacatlán y Xochitepec, realizaron violentas acciones contra lo hacendados de la región, con mira de recuperar las tierras comunales que se habían apropiado las haciendas.
El teniente Manuel Arellano de las tropas de Juan Alvarez, había apoyado la lucha de los campesinos por lo que los hacendados pidieron ayuda a las tropas norteamericanas de la brigada Kad Waleder, que desde a fines de 1847 había invadido la región.
Ante la confusa situación creada por los campesinos y soldados mexicanos en lucha contra los hacendados y los soldados invasores, Juan Alvarez envió una carta al teniente Arellano el 3 de marzo de 1848, reprobándose su conducta y ordenándole atender únicamente su tarea de defender al país de las tropas invasoras, así la región se pacificó temporalmente.
Se erige el partido de Tetecala el 2 de junio de 1849, en el Distrito de Cuernavaca se erigió el partido compuesto por las municipalidades de: Tetecala, Mazatepec, Ixtla, Jojutla y Tlaquiltenango, cuya cabecera fue Tetecala.
Estuvieron combatiendo contra el régimen de Santa Anna, hasta que (según versión), el 14 de enero de 1857, Tetecala dio hospitalidad a los señores licenciados Benito Juárez García, los hermanos Lerdo de Tejada, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Guillermo Prieto, Manuel Doblado y otros, los que se alojaron en la antigua casa que perteneció al señor Magdaleno Medina.
De las pláticas habidas en este lugar y entre estas personas, surgió la Constitución Política de 1857.
El 11 de diciembre de 1873, se erigió en ciudad la Villa de Tetecala perteneciente al distrito que lleva su nombre y en lo sucesivo se le denominará Tetecala de la Reforma.
Don Manuel Arellano, fue nombrado por el señor licenciado Benito Juárez García, jefe de zona de Tetecala, quien organizó algunos cuerpos con los que batió el terrible bandolerismo que se había desarrollado en la región encabezada por los españoles Cobos y Losada, por bandoleros que habían hecho de Tetecala y sus contornos, uno de los teatros de sus fechorías.
La población de las comunidades que integran el municipio, ingresaron al siglo XX a la llamada “paz Porfiriana”.
A principios de 1900, la ciudad que aunque había sido fundada hacia muy poco, en relación con los poblados vecinos; se había convertido, en menos de 300 años en un centro de riqueza y refinamiento, de lo que da fe la espléndida arquitectura de las casonas de su centro histórico que contrastan con la arquitectura tradicional de la región.
A pesar de ello, en la inmensa mayoría de la población (agricultores, jornaleros, peones de hacienda), se incuba la insatisfacción social producida por las condiciones de pobreza y carencia de todo tipo de servicios y prestaciones.
Por lo que, al estallar la revolución de 1910, las clases pudientes del municipio de las que formaban parte importante los propietarios de las Haciendas de: Contlalco, Cuautitla, Actopan y Santa Cruz en conjunto con los comerciantes, todo tipo de intermediarios, etc., es decir, las “buenas familias”, huyeron del municipio hacia las grandes ciudades de otros estados, principalmente a la ciudad de México.
De la población, grupos de campesinos se sumaron a las fuerzas rebeldes zapatistas, destacándose los señores Fortino Ocampo, Antonio Sotelo, Julio Lara y Don Isauro Marquina.
Las familias que no huyeron del estado y que tampoco se integraron a la lucha revolucionaria, tuvieron que padecer las atrocidades cometidas por la diversidad de grupos armados, tanto gubernamentales como rebeldes y otros sin filiación que utilizaban la revuelta para cometer todo tipo de abusos.
Después de la toma de la ciudad de México por los constitucionalistas, Carranza encargo la campaña del sur, al Coronel Pablo González esta época fue el periodo de latrocinio más escandalosa que se registró en Morelos. La gente pacífica aterrorizada huía de los pueblos que se encontraban en la línea de avance de Pablo González.
Al término de la revolución, la calma se va restableciendo paulatinamente así como la vida civil en las comunidades.
Para los años de 1935-1936, la fábrica de alcohol “La Morelense” que además producía hielo; estaba en plena producción.
Los ingenios de la región como: San Salvador de Miacatlán, Actopan en Tetecala, el de Cocoyotla, así como la Hacienda de “Santa Cruz Vista Alegre” que además funcionaba como molino de arroz (hasta finales de los años 50’s, y principios de los 60’s por órdenes gubernamentales se desmantelaron los ingenios para llevarlos a los estados de Nayarit y Tabasco), algunas familias principalmente de Actopan, emigraron siguiendo su principal fuente de trabajo, es importante destacar que nunca existió un proyecto para sustituir la industria y fuentes de trabajo que se eliminaron.
Ocurrido esto, los pobladores de Tetecala ya sin sus principales fuentes de ingresos tuvieron que dedicarse a otras actividades, al campo principalmente alquilándose como peones, quedando a merced de los terratenientes quienes pagaban salarios muy bajos.
Por estos años cobraba fuerza el movimiento popular de Rubén Jaramillo en defensa de los derechos de los obreros y campesinos de Morelos.
Fue el movimiento de lucha social más importante después del zapatismo, truncado en forma por demás vil, con el asesinamiento de Rubén Jaramillo su esposa y a sus tres hijos el 23 de mayo de 1962; en las cercanías de la zona arqueológica de Xochicalco por órdenes del gobierno de Adolfo López Mateos, cuyos cadáveres fueron traídos al entonces Hospital Civil “Miguel Hidalgo” (hoy casa de la cultura) de Tetecala para practicarles la necropsia; el médico legista fue el Dr. Ernesto González Brito.
En estos años comienza el fenómeno social de la emigración de la población hacia la ciudad Cuernavaca, al D.F. y a los E.U.A. contratados como braceros y posteriormente hasta de mojados (indocumentados). Desde entonces la migración de gran parte de los habitantes de este municipio ha ido en aumento, engrosando las estadísticas con relación a decesos de paisanos en el vecino país del norte, ya sea por accidentes, por agresiones violentas o por adquirir enfermedades graves. Es importante destacar que estos emigrantes se han convertido en la principal fuente de ingresos de divisas del municipio y del país.
Ilustre luchador insurgente, intentó liberar a Tetecala del dominio de las tropas imperiales muriendo en el intento.
Encabezó el grito de rebelión de Tetecala, a la muerte de Vicente Guerrero fue el reconstructor de la ciudad, después del dominio de las tropas imperiales y los dragones de la reina. Se le considera como fundador del Municipio.
Soldados zapatistas, nativos de Tetecala.
Nació en Tetecala, fue diputado en la XXVI legislatura y presidente municipal de Cuernavaca en 1932.
Fecha: |
Acontecimiento: |
antes de 1583 |
Primeros pobladores de Tetecala |
1737 |
Se fundó la Hacienda Cuautlita |
1753 |
Se fundaron las Hacienda Actopan y Santa Cruz Vista Alegre |
Siglo XVII |
Se edificó el templo |
1819 |
La población enfrenta el intento del despojo de sus tierras
comunales y las arranca del domino que de ellas hace el cura párroco de
Tetecala. |
2 junio 1821 |
Tetecala es liberada del dominio del ejercito realista, por Pedro
Ascencio Alquicira y Don Manuel Arellano. |
1821 |
Se funda el municipio de Tetecala |
1829 |
Tetecala forma parte del Distrito de Cuernavaca |
1848 |
Los campesinos de Tetecala, Miacatlán y Xochitepec, realizaron
violentas acciones contra los hacendados con miras de recuperar las tierras
coloniales. |
1849 |
En el distrito de Cuautla, se erigió un partido compuesto por: Tetecala,
Mazatepec, Ixtla, Jojutla y Tlaquiltenango con cabecera en Tetecala. |
1854 |
Tetecala se une a la Revolución de Ayutla. |
Según tradición 1855 y otros lo sitúan en
1857 |
Tetecala dio hospitalidad a los señores licenciado Benito Juárez
García, los hermanos Lerdo de Tejada, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio
Ramírez (El Nigromante”), Guillermo Prieto, Manuel Doblado y otros, mismos
que se alojaron en la antigua casa que perteneció al Sr. Magdaleno Medina. |
14 nov. 1861 |
El Congreso del Estado otorga a Tetecala el título de “Tetecala de
la Reforma”. |
8 julio 1862 |
Agustín Cruz, Gobernador del Estado, expide en Tetecala el decreto
mediante el cual se condona la deuda procedente de la contribución de la
guardia nacional a toda la población. |
1910 |
Combaten zapatistas originarios de Tetecala. |
23 mayo 1962 |
Fueron recibidos para autopsia en el anfiteatro del Hospital Civil
“Miguel Hidalgo” (hoy casa de la cultura) los cadáveres de Rubén Jaramillo, su
esposa y sus hijos. |
En la cabecera municipal, se localizan:
La Parroquia de San Francisco de Asís, iglesia del siglo XVIII, que conserva la arquitectura del estilo neoclásico, ubicada frente al jardín principal de la comunidad.
· Capilla de la Virgen de la Candelaria, del siglo XVIII temprano, de sencilla pero hermosa arquitectura, localizada cerca del centro sobre la carretera federal.
· Antigua Fuente Colonial en lo que fue la entrada de la Capilla del Alma de la Virgen en la calle Hidalgo.
· La espléndida arquitectura de las viejas casonas del centro histórico, entre las que destaca la hermosa fachada e interiores de la casa donde se hospedó a su paso por estas tierras, el Lic. Benito Juárez.
· La estatua en honor de Don Benito Juárez, en la explanada de la Casa Ejial.
· Monumento a Tetecala, ubicado frente a la biblioteca pública municipal.
En las comunidades de Cautlita y Actopan:
· Los restos de sendos cascos de hacienda espléndidamente conservados y restaurados por sus actuales dueños.
En la cabecera municipal:
Fecha: |
Evento: |
2 de febrero |
Fiesta en honor a
la Virgen de la Candelaria |
4 de octubre |
Se festeja a San
Francisco de Asís patrono del pueblo |
12 de diciembre |
Fiesta en honor a
la Virgen de la Guadalupe en el barrio “El Paso” |
En la comunidad de Cuautitla:
Fecha: |
Evento: |
29 de septiembre |
Fiesta de San Miguel Arcángel |
En Actopan:
|
Fiesta de San Ignacio Labrador |
Existen dos Bandas de Viento, una en la comunidad de Cuautlita y otra infantil en la Casa de la Cultura de Tetecala; y en todas las comunidades infinidad de interpretes, compositores y ejecutantes de las diversas facetas de la expresión de la música popular del estado y del país
La talabartería es una expresión importante de la capacidad creativa de los artesanos de la cabecera municipal, otra es la cestería menos intensa a esta actividad.
El pozole de maíz o garbanzo con carne de puerco, pollo y hasta camarones; la cecina de res con crema y queso o enchilada de cerdo; el mole verde de pepita; el mole rojo de guajolote; el pescado en mixiote, en tamal y en clemole sazonado con ciruelas silvestres y tamarindo; los chiles rellenos de queso y picadillo; los huazontles.
Todos estos platillos son una muestra de las delicias culinarias de la región y del municipio, que el visitante puede degustar en las fondas y cocinas de Tetecala.
Por supuesto acompañadas de las generosas tortillas nejas y para finalizar, los dulces tradicionales como calabaza, dulce de pipían, frutas cristalizadas, dulce de leche, ates de membrillo, de tejocote, frutas en almíbar, cajetas, buñuelos, nieves, etc.
El templo de San Francisco en el centro histórico, las huertas por donde corre el río “Chalma” con una exuberante vegetación, diversidad de árboles frutales y su fauna característica; las antiguas casonas históricas de la casa de la cultura y la biblioteca pública regional: el balneario “La Playa”, y la vista panorámica del pueblo desde lo alto del cerro de las Cruces, cascos de las haciendas cercanas (Santa Cruz Vista Alegre, Actopan, Cuautlita y Cocoyotla).
El municipio se ubica geográficamente entre los paralelos 18°43' de latitud norte y los 99°23' de longitud oeste del meridiano de Greenwich, a una altura de 994 metros sobre el nivel del mar. Limita al norte con los municipios de Coatlán del Río y Mazatepec; al sur con Amacuzac; al este con Amacuzac y Mazatepec; y al oeste con Coatlán del Río.
Políticamente está dividido en 6 localidades, siendo las más importantes: Tetecala, Actopan, Contlalco, Cuautitla y Francisco Sarabia.
Tiene una superficie de 53.259 kilómetros cuadrados, cifra que representa el 1.07 por ciento del total del Estado.
Las zonas accidentadas abarcan aproximadamente el 40.7 por ciento; las áreas semiplanas, el 3.8 por ciento y las planas un 57.3 por ciento; las zonas accidentadas se localizan al oeste y sur de la localidad de Tetecala, están formadas por los cerros del Jumil, Los Catalanes y Las Cruces.
Las zonas semiplanas se localizan al oeste de Cuautlita, al sur de Francisco Sarabia y en las cercanías de Contlalco. Las zonas planas se localizan entre los valles que corren de noreste a sureste de la localidad de Tetecala, alrededor de Contlalco y al oeste de Cuautlita.
Del Estado de México entra el río Chalma o Coatlán, aumentando su caudal con el río Seco y el Tizate, otros recursos son la presa “La Loma”, el ojo de agua llamado “Amate Amarillo” y cinco pozos de extracción de agua.
La localidad de Contlalco cuenta con un manantial y un bordo.
125.037 km2 cubriendo el 2.24% de la superficie del estado.
Este municipio la parte sur limita con la Sierra de Ocotlán, también llamada Cerro Frío; sus alturas principales son: El Cerro del Veladero sobre la cota de los 1,250 metros, y a la misma altura los cerros del Sombrerito y el Picacho, que se localizan al poniente del municipio; al Norte de Teacalco se encuentra el Cerro de los Ajonjolíes y el Cerro de los Corrales sobre la cota de los 1,259 metros.
También se observan las zonas accidentadas en la partesur del río Amacuzac. Las zonas semiplanas se localizan en la parte sur y poniente del municipio y por último las zonas planas se encuentran en la parte centro, sur y oriente del municipio, abarcando un 59% de la superficie.
Registra una temperatura media anual de 24.6°C y una precipitación total anual de 754.6 mm. , con un clima Aw” (w) (i”)g, cálido subhúmedos, con lluvias en verano, el más seco de los subhúmedos, con presencia de canícula. El porcentaje de lluvia invernal es menor de cinco, poca oscilación térmica y marcha de temperatura tipo ganges.
El municipio presenta vegetación de selva baja caducifolia (sbc). La sbc compuesta por árboles que pierden sus hojas en la temporada de sequía, generalmente los árboles son cortos, su altura por lo común es de 8 a 15 metros, robustos, torcidos y ramificados cerca de la base y por lo regular no son espinosos. Presentan exudados resinosos y laticíferos, sus hojas tienen olores fragantes resinosos; la corteza es escamosa, papiracea, o con protuberancias espinosas; las copas son abiertas y poco densas (Hernández, X 1995, Miranda 1941, Pennington y Surakan, 1968), sus variedades son principalmente: jacaranda, tabachín, casahuate, ceiba y bugambilia.
Los estudios realizados por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos acerca de las aves nos indican que su diversidad alcanza las 360 especies, se considera que dicho número representa el 95% de todas las especies que se distribuyen en el estado.
La constituyen: venado cola blanca, jabalí de collar, mapache, tejón, zorrillo, armadillo, liebre, conejo común, coyote, gato montés, comadreja, cacomixtle, tlacuache, murciélago, pájaro bandera, chachalaca, urraca copetona, zopilote, aura, cuervo, lechuza y aves canoras y de ornato.
Las condiciones topográficas peculiares del municipio hacen posible la existencia de refugios naturales para mamíferos como los murciélagos, que al tener resguardo y alimento en la selva baja, prosperan para depredar, por ejemplo, insectos que son una plaga que ataca a cultivos básicos e incluso aquellos insectos que interactúan con el hombre.
Desgraciadamente en estos refugios naturales se guarecen murciélagos “vampiro” desmodus rotundus que atacan al ganado provocándoles el derriengue o mal de caderas. Por suerte es la única especie que representa este peligro potencial para los animales domésticos y las demás especies están consideradas como benéficas. Este beneficio es representado con las 34 especies de mamíferos reportadas y registradas en el municipio que además, evidencian el desarrollo del ecosistema de selva baja, por contener, este último, elementos que permiten sustento a los mamíferos o al menos, para facilitar interacciones.
Debido a su actividad trófica (alimentación) rara es la ocasión en que podemos apreciar su presencia, pero el desarrollo de vegetación en barrancas y cañadas se debe a la participación de murciélagos, ratones y carnívoros oportunistas que al consumir frutos o acarrea semillas las dispersan propiciando la reforestación natural.
El principal recurso del municipio está representado en la riqueza del suelo agrícola, lo que permite, la producción de variados frutales, además de excelentes cosechas de maíz y caña.
Las unidades de suelo presentes en el municipio de Tetecala son: vertisol, feozem háplico, lúvico, regosol eútrico; cambison húmico y cálcico, castañozem háplico; fluvisol cálcarico y litosol, de los cuales se identifican nueve combinaciones edáficas.
El municipio cuenta con dos tipos de tenencia de la tierra: ejidal y pequeña propiedad, existen 2,867 hectáreas ejidales y 1,055 hectáreas de pequeña propiedad.
En Cuautitla hay 367 hectáreas ejidales y 87 hectáreas de pequeña propiedad y en Contalco existen únicamente 304 hectáreas ejidales.