Tlayacapan

Reseña histórica

En la cima del tronco piramidal de la geografía mexicana rodeado de altas montañas, había un lago mitad dulce y mitad solobre, el cuál bordeaba muchos pueblos de Xochimilco , al bordo sur del lago, salía una importante vereda, atravesaba la sierra del Ajusco (3,952 M) y a doce leguas, en la espalda, en las estribaciones orientales está un pueblo que hoy se llama Tlayacapan.

Los primeros habitantes de este pueblo se considera que fueron los Olmecas. Conocemos algo sobre los pobladores antiguos gracias a los descubrimientos de los arqueólogos. Estos son hombres que estudian a la piedra, el barro, usando rigurosos métodos científicos para escudriñar, excavar y desenterrar nuestra historia. Uno de estos científicos fue don Francisco Plancarte y Navarrete primer arqueólogo que exploró el Estado de Morelos y también el segundo obispo de Cuernavaca entre los años 1890 y 1910; Planclarte y Navarrete descubrió la existencia de abundantes figurillas con rasgos Olmecas en Hidalgo, Chalco, Ameca, Tlayacapan y la parte norte del Estado. Posteriormente fueron invadidos por tribus Xochimilcas quienes prosperaron rápidamente gracias a un invento agrícola revolucionario: La chinampa, especie de balsa cuadrada anclada con cañas y llena de lino del lago donde las legumbres y flores crecían tres veces al año. El éxito de este invento, impulsó a los Xochimilcas a extenderse al otro lado de la montaña para controlar el fértil valle de Amilpas rico en productos complementarios como el algodón, el maíz, la madera y el papel. La conquista estableció su centro de control en Tlayacapan, predestinando por la geografía ya que desde su altura, se domina con mirada toda la feraz tierra caliente.

Fueron los Xochimilcas quienes empezaron a dar orden a las cabañas de paja y lodo de la aldea inicial. Según nos permiten conjeturar el actual estado urbano del poblado y los datos históricos que poseemos, el trazo fue sensiblemente afectado, bajo el dominio azteca en el siglo XV.

En la época prehispánica, la actividad comercial fue muy relevante y Tlayacapan era el paso obligado del camino de Tenochtítlan a las regiones comerciales del sur. También fue un importante centro ceremonial con muchos adoratorios, uno de ellos estaba en la cueva de Tonanzin que quiere decir: Madre de Dios o Nuestra Madre que se encuentra aproximadamente como a dos kilómetros al noroeste de la población y el gran Teocalli en el centro de la población, en donde hoy se levanta el exconvento de San Juan Bautista. Junto al templo construyeron el Tecpan o palacio para los gobernantes, en donde hoy está el palacio municipal enfrente hay un espacio para el Tiankixtle o mercado que se hacía bajo la sombra de una ceiba conocida actualmente como pochote y que aún existe, esta fue la organización del espacio físico de Tlayacapan.

Hernán Cortés después de haber sido derrotado por los Aztecas en la noche del 30 de Junio de 1520, hecho que se registra en la historia como la "Noche triste" se retiro rumbo a Tlaxcala y después de reunir muchos aliados regresó a continuar la lucha y llegando a Chalco armó 13 bergantines que traía para sitiar a la gran Tenochtítlan; decidió acompañarse de 30 de a caballo, 300 peones y por capitán a Gonzalo de Sandoval alguacil mayor, Cristóbal Corral Alférez, Juan Rodríguez de Villafuerte, Francisco Verdugo, Pedro Dircio y Andrés de Manjarrez; capitanes, el padre Pedro Melgarejo y más de veinte mil hombres para hacer un recorrido por la parte sur del lago de Texcoco. El día 8 y 9 de abril de 1521, sostuvo un combate con los nativos de Tlayacapan, en los cerros del Ziualopapalotzink y el Tlatoani en los cuales Cortés perdió dos españoles y le hirieron a más de veinte, de aquí se bajó a Oaxtepec, posteriormente a Yautepec, Cuernavaca, hasta llegar a Xochimilco y nuevamente a Chalco en donde ya estaban listos los bergantines para el sitio de Tenochtítlan.

Los señores de Tlayacapan, Oaxtepec y Yautepec le llevaron mucha gente a Cuauhtémoc para defender a la ciudad, a lo que en Nepopualco, (contadero) cada señor contó la gente que llevaba y que jamás regresó.

Posteriormente Tlayacapan fue sometido por Hernán Cortés en 1539 y el virrey Don Antonio de Mendoza lo dotó de tierras en 1786. Al dividirse la Nueva España pasó a formar parte de la provincia de México, estos títulos aún se conservan en la presidencia municipal.

De este pueblo se arrendaron a la hacienda de San Carlos Borromeo, las tierras de Cacahuatlán y luego, desconocida por la hacienda la propiedad que los indígenas tenían sobre estas tierras, dio origen a un sonado litigio que se abrió ante el juzgado de primera instancia de Yautepec, por lo que finalmente Tlayacapan ganó en 1874 presentando al efecto magníficos y muy buenos alegatos.

Más tarde el general Porfirio Díaz, presidente provisional de la República en 1876, impidió que se hiciera justicia al pueblo de Tlayacapan, no obstante que había ganado en buena lid el pleito relativo, de esta manera la Hacienda de San Carlos se quedó con las tierras de Cacahuatlán, y no fue hasta el año de 1915 durante la revolución, cuando Tlayacapan tomó nuevamente esas tierras y en 1929 legalmente se le restituyeron en definitiva.

Hubo en Tlayacapan una arquitectura civil y esta es una de las pocas alcaldías del siglo XVI que, en México aún quedan. En este lugar se encontraba el “Tecpan” del pueblo prehispánico, en el que los frailes Agustinos construyeron las primeras habitaciones. Su fachada mide 100 pies de largo, en la parte baja los arcos sombreados sobre la fachada de la Alcaldia en el periodo conocido como el Porfiriato, también fue la capilla abierta para iniciar la evangelización de los indios. Con toda seguridad, tenían anexos tras el rectángulo sobrio de su fachada de dos plantas, en la parte alta se construyó un cuerpo ajeno para colocar el reloj con su carillón. Este reloj entró en competencia con la espadaña del convento, despojándola del monopolio de las horas. En el año de 1972, se limpiaron los muros de la Alcandía y aparecieron frescos ornamentales con ligeros toques de color, hoy hasta la fecha es el palacio municipal.
Vista panorámica del añorado zócalo y kiosco Municipal, enseguida el mercado viejo y el espacio en donde se hacía el jaripeo (los toros) y al fondo el cerro de la “Ventanilla” y el “Sombrerito”.
Personajes ilustres
La casa que se observa se dice fue de Hernán Díaz del Castillo y a un lado se asentaron lo que fueron las oficinas de cobro de la aduana en la época colonial. A lo que después se convirtió en la Escuela Primaria “Justo Sierra” y hoy el Jardín de Niños “Cleotilde Vázquez de Gándara”
Cronología de hechos históricos

 Fecha:

Acontecimiento:

1520

La "Noche triste" (20 de junio)

1521

Combate en Tlayacapan en los cerros de "Ziualopapalozink" y "Tlatoani" entre españoles e indios.

1539

Se le dota de tierras al municipio por el virrey Antonio de Mendoza.

1786

Forma parte de la provincia de México.

1874

Ganaron el pleito de tierras contra la Hacienda de San Carlos.

1876

Porfirio Díaz Presidente provisional le quita las tierras a Tlayacapan y se las da a la Hacienda de San Carlos.

1890 y 1910

Plancarte y Navarrete es designado 1er. Obispo de Cuernavaca.

1915

Durante la Revolución recupera las tierras el municipio de Tlayacapan.

1929

Se le restituyen las tierras legalmente.

Monumentos históricos

El municipio de Tlayacapan, Morelos; cuenta con los siguientes monumentos históricos:

Ex convento de San Juan Bautista.- Declarado por la UNESCO en 1996 como patrimonio de la humanidad, tiene 21 capillas las cuales se clasifican en tres grupos

1).- Capillas de relación

2).- Capillas de Cabecera

3).- Capillas de calpulli.

CAPILLAS DE BARRIO
  1. Nuestra Señora del Tránsito
  2. San Lucas
  3. San Pedro
  4. San Jerónimo
  5. El Rosario
  6. Santa Ana
  7. Señor de la Exaltación
  8. Señor Santiago
  9. San Jerónimo
  10. Santa Cruz de Altica
  11. La Magdalena
  12. La Tlazcalchica
  13. La Concepción
  14. La Asunción
  15. La Natividad
  16. Los Reyes
  17. Santa Martha
  18. San Diego
  19. San Lorenzo
  20. San Nicolas
  21. San Miguel
  22. San Martín

Todas estas capillas son llamadas de “Barrio”, debido a que representan simbólicamente a cada uno de los barrios del municipio.

CAPILLAS PERTENECIENTES A LAS AYUDANTIAS

San José de los Laureles, San Agustín y San Andrés.

Sólo en estas Ayudantías se puede contar con capillas debido a la antigüedad de su fundación, a parte de que son las más relevantes y las más conocidas.

1. La Cerería (Centro Cultural)
2. La alcaldía. (Actualmente es ocupada por las oficinas del Ayuntamiento).
CARACTERISTICAS DE LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

Al poniente, la capilla del Rosario da nombre al barrio, la capilla es el remate del eje oriente-poniente y tiene una agradable composición de fachada.

Todavía perdura el dicho de que cuando suenan las campanas del Rosario “se acabó el hambre”.Su fiesta se celebra el día 07 de octubre. Las fechas de la fiestas se vinculan con el ciclo agrícola ubicado, en el espacio, los tiempos de barbechar, surcar, sembrar, cultivar y pizcar o cosechar.

La capilla del Rosario es sin duda el mejor monumento del poniente. Es una capilla emparentada con la de Santiago en cuanto a proposición de traza. Está toda adornada de complicadas filigranas de estuco, con siete nichos en el cuerpo y tres en la espadaña.

UBICACIÓN Y CARACTERISTICAS DE LA IGLESIADE SANTA ANA

Al norte se localiza la cuarta zona del poblado, y ahí se encuentra ubicada la capilla de nuestra Señora Santa Ana. En su fachada, extremadamente sobria, puede observarse un medallón con la imagen de Santa Ana hasta 1973, así también dentro de la iglesia había otra imagen. Se repetía la misma talla pero era un tercer personaje: Jesús hijo de María, Santa Ana, sentada sostenía sobre sus rodillas a María y ésta a su vez, al Niño Jesús.

Es la única capilla que no tiene bóveda acañonada sino de aristas góticas. Sucesivas modificaciones han logrado afear, poco a poco, una capilla que debió ser muy bella.

Santa Ana sigue siendo la que preside los acontecimientos de relieve: la fiesta de recepción y despedida de la peregrinación de Tlayacapan a Chalma pasada la Cuaresma.

La capilla del Barrio Norte (Santa Ana) sigue considerándose la salida a México y quizá vuelva a ser puerta, ahora que cruza el barrio la nueva carretera asfaltada Xochimilco Oaxtepec.

Al norte se localiza la cuarta zona del poblado, y ahí se encuentra ubicada la capilla de nuestra Señora Santa Ana. En su fachada, extremadamente sobria, puede observarse un medallón con la imagen de Santa Ana hasta 1973, así también dentro de la iglesia había otra imagen. Se repetía la misma talla pero era un tercer personaje: Jesús hijo de María, Santa Ana, sentada sostenía sobre sus rodillas a María y ésta a su vez, al Niño Jesús.

Es la única capilla que no tiene bóveda acañonada sino de aristas góticas. Sucesivas modificaciones han logrado afear, poco a poco, una capilla que debió ser muy bella.

Santa Ana sigue siendo la que preside los acontecimientos de relieve: la fiesta de recepción y despedida de la peregrinación de Tlayacapan a Chalma pasada la Cuaresma.

La capilla del Barrio Norte (Santa Ana) sigue considerándose la salida a México y quizá vuelva a ser puerta, ahora que cruza el barrio la nueva carretera asfaltada Xochimilco Oaxtepec.

CAPILLA DEL SEÑOR SANTIAGO

El actual Barrio de Santiago se llama Texcalpa: barrio de los “Brujos”, porque en él vive el gremio de los alfareros, hacedores cotidianos de ollas de barro vidriado para el mole y de loza negra. La capilla de Santiago es la más poética, parece haber sido hecha con el cariño conque se moldea una olla de barro, cuando tuvo en sus nichos las imágenes aladas y asombradas de ángeles y santos policromados. Tiene una triple puerta que introduce al atrio, la cruz florida del centro del espacio vestibular fue también arrancada de su sitio por algún ladrón de objetos sacros.

La puerta de la iglesia se conserva y está labrada con símbolos mezclados de fechas, estrellas, soles y personajes. Son especialmente significativas y bellas las tablas del sol y la luna. Sobre la puerta de arco rebajado existe una ventana son el saludo Ave María.

HACIENDAS

Ex hacienda de San Nicolás.- La cual se encuentra ubicada en la Colonia de Pantitlán perteneciente a este municipio, pero dicho monumento se encuentra en ruinas, debido a la falta de apoyo para su restauración. Pantitlán palabra de origen náhuatl, su forma correcta de escritura es: Pantitlani: pan: sobre la tierra y titlani: banderas, esto es: banderas sobre la tierra. Se dice que esta hacienda perteneció a Hernán Cortes quien la heredó a un nieto suyo llamado Pedro en el siglo XVI y medio aproximadamente. Los frailes recibían mucha ayuda por parte de los habitantes de la hacienda en ese entonces, tiempo después al abandonar el dueño de dicho edificio y al estar éste en decadencia los frailes Agustinos tomaron posesión del edificio y se adueñaron por completo de él. Posteriormente el 12 de octubre de 1809 el Gobierno Nacional confisca la hacienda y se queda con ella.

Museos
Ex Convento de San Juan Bautista

- Este museo nos ofrece como atractivo los frescos que se plasmaron desde sus inicios, los que nos muestran y representan la forma de expresión de los padres Agustinos quienes fueron los primeros evangelizadores del municipio y los que en el siglo XVI edificaron, al igual que las capillas antes mencionadas, este monumento arquitectónico del cuál ahora nos sentimos orgullosos. Además otro atractivo turístico que nos ofrece es la exposición de las momias que fueron encontradas en la nave mayor de la iglesia quienes nos muestran la forma de vida de las personas que en ese tiempo habitaron el lugar, y las que ejemplifican a la perfección las diferentes clases sociales que predominaban en dicho lugar.

Desafiando las construcciones modernas, se levanta arrogante y esplendoroso el ex convento de San Juan Bautista. Esta construcción se inició en el año de 1534, por lo Frailes Agustinos, Jorge de Avila y el Padre Melgarejo.
Centro Cultural “La Cerería”

- Este monumento arquitectónico data del siglo XVII, este edificio fue en su esplendor una fabulosa fábrica de velas, debido a que Tlayacapan era paso obligado a la ciudad de Tenochtitlán, por tal motivo todas las personas de los alrededores se venían a abastecer de velas. A la fecha este edificio fue reparado y convertido en centro cultural en donde muy a menudo se montan exposiciones, ya sea de fotografías o de figuras de diferentes lugares y costumbres.

Entre las muchas viejas casonas deterioradas de los siglos XVIII y XIX, resalta especialmente la llamada “Cerería” tras los portales de su fachada principal, orientada hacia el zócalo, se ve claramente la superposición de dos diferentes tratamientos estilísticos. Lo más notorio de este edificio es su enorme aljibe circular que ocupa todo el patio, un interesante juego de gárgolas y ductos en techos y contrafuertes recoge el agua de lluvia, la conduce a un filtro y la precipita en el aljibe. Este edificio fue utilizado como fábrica de ceras; por problemas dejó de funcionar, por lo que el tiempo lo fue deteriorando por falta de mantenimiento. El presidente municipal Lázaro Contreras y su Comité Cultural tramitaron su rehabilitación, misma que el señor Gobernador, Lic. Antonio Rivapalacio López aceptó y donó1,200 millones de pesos . A partir del 2 de Febrero de 1991, se conoce como Centro Cultural la Cerería, lugar donde niños, jóvenes y adultos acuden para superarse y salir adelante. Digna de tomarse en cuenta es la activísima Arqueóloga Liliana Huicochea quién con sus conocimientos e interés, trabajó, tramitó y diseñó con programa de talleres, mismos que hoy han puesto en marcha para bien de quienes asisten a recibir dicho taller.
Hermosa y bien ubicada es la casa del Santo señor Santiago. Frente a la triple arcada del atrio se divide el camino del sur, al parecer en los tres nichos vanos del frontispicio de la arcada hubo tres ángeles custodios mirando al poniente. Estos tres vanos se relacionan con otro que está en el pináculo triangular que remata la espadaña, también vano y vacío. Por él atraviesa un rayo de sol todas las mañanas, pero solo cuatro veces al año el rayo incide en alguno de los tres huecos del pórtico atrial. Las coincidencias marcan equinoccios y días cenitales.
Fiestas, danzas y tradiciones

CARNAVAL.- Se celebra tres días antes del miércoles de ceniza, esto es el inicio de la cuaresma, el atractivo principal es el brinco del “CHINELO”.

1er. VIERNES DE CUARESMA.- Celebración en honor al Señor de la Exaltación que inicia el jueves por la tarde y finaliza el día domingo, esta celebración cuenta con danzas prehispánicas y juegos pirotécnicos.

4to. VIERNES DE CUARESMA.- Celebración en honor a Nuestra Señora del Tránsito, esta festividad inicia el día miércoles y finaliza el día domingo, dicho acontecimiento se acompaña de jaripeos, juegos pirotécnicos y procesiones en todo el pueblo con la virgen y con los peregrinos que vienen de Tepoztlán y se lleva a cabo en una colonia llamada el Plan dentro del municipio.

6to. VIERNES DE CUARESMA.- Esta festividad es en honor a la virgen de los Dolores y se lleva a cabo en el barrio de Santa Ana.

CELEBRACION DE LA SEMANA SANTA.- El jueves y viernes santo se celebra con una representación del concilio y la procesión del Santo Entierro, el domingo de resurrección se celebra esta festividad en la capilla de Santa Ana.

3 DE MAYO.- Se celebra la fiesta de la Santa Cruz, en la capilla de Altica, y en la ermita de la Tlaxcalchica, así como en todas las cruces ubicadas en lo alto de los cerros que rodean al pueblo.

24 DE JUNIO.- Se celebra la festividad en honor a San Juan Bautista, patrono de esta población, con una misa, y por la tarde unas horas con banda de viento.

25 DE JULIO.- Festividad en honor a Santiago Apóstol, en la capilla del barrio de los alfareros, con danzas prehispánicas.

28 DE AGOSTO.- Festividad en honor a San Agustín, patrono de la comunidad de San Agustín Amatlípac.

15 DE SEPTIEMBRE.- Se celebra el grito de la Independencia, acto que es presidido por el presidente municipal y el secretario ante toda la comunidad, y se procede a coronar a la reina de las fiestas patrias del año correspondiente, junto con su corte de princesas.

16 DE SEPTIEMBRE.- Se realiza el tradicional desfile por las principales calles del municipio encabezado por el H. Ayuntamiento y presidido por todas las escuelas correspondientes a la cabecera municipal en las principales calles de la comunidad; al finalizar dicho acto, se congregan todos los participantes en la plaza cívica a presenciar diferentes programas cívicos y culturales que preparan los directivos, y por la tarde, se coloca el palo encebado para que todo aquel que desafíe a las alturas logre llegar al extremo del palo encebado y se lleve como premio a su audacia y valentía todo lo que está colgado. Dichos premios son recaudados por medio de donativos por parte de los comercios de la cabecera municipal.

07 DE OCTUBRE.- Festividad en honor a la Virgen del Rosario, que se lleva a cabo en el barrio de su mismo nombre con torito de luces, kermés y banda de viento.

01 DE NOVIEMBRE.- Celebración del día de muertos, por la tarde se acostumbra poner en la casa la ofrenda para esperar a los familiares ya fallecidos, y por la tarde los niños y jóvenes salen a pedir el tradicional “molito” que es más que nada fruta y dulces que la gente le da a quien toca su puerta y canta los versos alusivos a ese día.

02 DE NOVIEMBRE.- Este día es para ir en la tarde a prender la cera que se pone en la ofrenda y que representa la luz que guíe su camino de regreso.

20 DE NOVIEMBRE.- Se celebra el día de la revolución mexicana con un tradicional desfile al igual que el del 16 de septiembre, con la excepción de que en este día no hay palo encebado. Es desfile es totalmente deportivo participan todas las Instituciones escolares inclusive el C.B.T.a. No. 71 de Tlalnepantla, Morelos.

30 DE NOVIEMBRE.- Festividad al señor San Andrés, patrono de la Comunidad de San Andrés Cuauhtempan.

11 DE DICIEMBRE.- Se inicia con las mañanitas y serenata por la Banda de Viento a la Virgen de Guadalupe.

12 DE DICIEMBRE.- Al medio día se oficia una misa en honor a la virgen de Guadalupe en el Ex Convento de San Juan Bautista, posteriormente la gente se traslada a la mayordomía a comer.

24 DE DICIEMBRE.- Se festeja la navidad en la casa del mayordomo del niño Dios, por la noche la tradicional arrullada del niño y posteriormente se traslada la gente a oír misa de media noche, llamada también misa de gallo.

31 DE DICIEMBRE.- Se espera por la noche la llegada del año nuevo con la misa que comúnmente le llaman de “gallo”.

06 DE ENERO.- Se festeja el día de Reyes, con misa en el Ex Convento, no sin antes desfilar por el pueblo los Reyes Magos acompañados de los pastores que cantan versos propios al niño Dios.

02 DE FEBRERO.- Se celebra el día de la Candelaria en Amatlípac, con gran solemnidad celebran este día con misa especial sin faltar grupo musical que alegra con sus notas el ambiente. Al visitante lo reciben con tamales, champurrado y mole.

19 DE MARZO.- Festividad en honor al señor San José, y se lleva a cabo en la comunidad de San José de los Laureles. Alegran los juegos pirotécnicos y la feria que allí se desarrolla en total alegría y orden. También reciben al visitante ofreciéndoles el rico mole propio para la ocasión.

El auditorio municipal “Altepecalli” lugar destinado para reuniones, eventos culturales y sociales de la comunidad. Este edificio se inauguró el día 05 de diciembre de 1996.
TRADICIONES

En el año de 1870, un grupo de jóvenes con el fin de divertirse, organizaron una cuadrilla que al son de botes viejos, gritos y silbidos brincaban y danzaban en forma espontánea por las calles, tapados de la cara con pañuelos, ropa vieja y rota. A estos hombres les dieron el nombre de “huehuechis” palabras en náhuatl, que significa “viejos con ropa usada y desgarrada”.

El pueblo de Tlayacapan, se dio cuenta de que esta danza no sólo divertía a los participantes sino también gozaban los niños y los ancianos; por lo tanto se volvió a organizar con más entusiasmo a partir del año de 1871, y desde entonces se viene celebrando en forma tradicional al iniciarse la cuaresma o sea los días domingo, lunes y martes de carnaval, terminando el miércoles de ceniza.

Un “chinelo”, vestido original del carnaval, una de las fiestas tradicionales más arraigadas en nuestro pueblo y en muchos pueblos del Estado de Morelos y al fondo el cerro de “Tonanzink” (Nuestra Madrecita).
LEYENDA DE LA CAPILLA DEL SEÑOR DE LA EXALTACION

El barrio del sur recibe su nombre de la capilla del Señor de la Exaltación. Allí se venera un Cristo negro similar al de Chalma, que constituyó al Dios de la caverna. Exaltación y muerte se vuelven sinónimos en la religión, en aztecas y cristianos, encontramos una teología semejante de muerte y resurrección.

Esta capilla es muy visitada por nativos y fuereños. Entre las numerosas narraciones de prodigios que le dan fama, es particularmente significativa la de una tejedora de ojos negros como su brillante cabellera. Cuentan los mayordomos del Cristo negro de la Exaltación que guardan entre los tesoros de la capilla, un valioso manto tejido a gancho, cuya increíble manufactura consiste en tener una gama de tonalidades infinitas que van desde un negro más obscuro que el fondo de la tierra, hasta un blanco más blanco que la nieve de los volcanes.

Había en una aldea vecina, llamada San Agustín Amatlipac, una joven tejedora, cuyas manos, sorprendentemente ágiles en el manejo del gancho, lograban prodigiosas combinaciones de dibujo y color con los hilos. Esta joven de pelo tan negro como sus ojos, había prometido al Santo Señor de la Exaltación bordarle un manto. Alguna vez intentó cumplir con su manda pero eran tan abundantes sus pedidos que no le dejaban ni un minuto de tiempo. Acababa sus días agobiada por el peso de los encajes y trabajo tanto que sus ojos se fueron agotando, ya no distinguía a las personas, pero sus manos seguían bordando filigramas.

La familia consultó a un médico, éste indicó la necesidad de que la tejerdora dejara de trabajar sólo así podría recuperar la vista. Ella se negó a obedecer la orden médica pues amaba de tal manera sus tejidos, que preferiría quedarse ciega antes de abandonar su oficio.

Los familiares no encontraron otra solución y le escondieron los ganchos y los hilos, creyeron que así la obligarían al reposo. La tejedora tuvo al principio muchos corajes, sus familiares, sin embargo, vieron con gusto que ya no trabajaba y pasaba muchas horas del día descansando.

Lo que nadie sabía era que apenas llegaba la noche, se levantaba silenciosamente y con un gancho de carrizo improvisado, tejía muchas horas, poco antes de amanecer, escondía su labor y volvía a la cama.

Así pasaron años. Un día pidió a sus familiares que la condujeran a la capilla del Señor de la Exaltación. Así lo hicieron, frente al Cristo Negro, abrió un paquete que contenía un gran manto con dibujos maravillosos. La tejedora ofreció su obra al Cristo y en ese momento se le cayeron las escamas de los ojos y volvió a ver. Ella mismo quedó asombrada de su trabajo y al verse los cabellos blancos, se dio cuenta de que había pasado muchos años tejiendo para el Cristo.

Todo el pueblo admiró aquel manto y nadie se explicaba cómo el tejido de los hilos podía ir cambiando con tal suavidad de negro tan obscuro a blanco tan luminoso. Sólo aquella mujer del pueblo vecino de San Agustín Amatlipac conocía el secreto, únicamente el pasar lento de la vida podía dar esa infinita gama de tonos.

Música

En el municipio de Tlayacapan, se cuenta con varias agrupaciones de jóvenes, señores y niños que conforman las diferentes Bandas de Viento que caracterizan al lugar. La primer Banda que se formó al inicio del siglo es la del Señor Cristino Santamaría la cuál nos representó a los Tlayacapenses con el tradicional son del “chinelo”, Por la trascendencia de esta banda merece ampliarse la información en relación al origen de la misma. La banda de música de viento de Tlayacapan tiene sus orígenes en el año de 1870, cuenta con un repertorio amplio en el que pueden distinguirse varios sectores: uno de ellos se forma por las marchas, valses y canciones de origen regional o externo, que son comunes al repertorio de las bandas de todo el Estado de Morelos y que sirven para audiciones públicas en plazas o festejos cívicos.

Otro sector lo forman los jarabes para toros en los jaripeos; también incluyen en su repertorio música fúnebre, tradición que se conserva fuertemente en Tlayacapan y música religiosa y ceremonial que acompaña los cánticos y alabanzas en procesiones en la comunidad. Lo más significativo que Tlayacapan, ha heredado musicalmente al Estado de Morelos es la danza de los chinelos, además de su tradición en la alfarería artesanal. A través de los años, la banda “Brígido Santamaría” se ha constituido como un rasgo de la identidad del pueblo de Tlayacapan, no es una banda de viento común, es una banda con amplia participación familiar y comunitaria que va pasando de generación en generación. Actualmente la banda “Brígido Santamaría” forma parte de la tradición musical del pueblo, de ahí su importancia con el mismo a través de su música la comunidad se une y estrecha su sentido de pertenencia.

La banda a socializado su experiencia y tradición de más de 100 años entre los jóvenes y niños enseñándoles a tocar una gran diversidad de sones y música tradicional Morelense.

Don Brígido fue un músico talentoso, tocó todos los instrumentos de viento, percusiones, cuerdas, flautas, teclados y tambores, cantador tenaz, gustaba del fútbol y montar toros; echaba serenatas y uno que otro trago. La banda que dirige hoy Carlos Santamaría, es un conjunto que sigue siendo familiar, lo continúan formando los hijos, sobrinos, nietos y bisnietos de Don Brígido Santamaría, abuelo de los actuales defensores de esta tradición musical.

“Por su historia, por su solidez, por el respeto a su tradición musical, por ser una banda comunitaria con proyecto, podemos decir que es una de las mejores bandas del país”. Actualmente la banda realiza intensas actividades de difusión, participando en eventos especiales como:

El primer encuentro Continental de la Pluralidad en la Ciudad de México junto con grupos étnicos de toda América del Norte, Centro y Sudamérica, Congreso Nacional del Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Tradicional de México (IIDDTM). Participación en fiestas y ferias en los Estados de Oaxaca, Guerrero, Coahuila, Guanajuato, Michoacán, Hidalgo, Veracruz y el Distrito Federal, actuando en Museos, Exposiciones, Foros Diplomáticos, Eventos Culturales, Universidades, Radio y Televisión. Por todo esto en Noviembre de 1998 le fue conferido el Premio Nacional de la Cultura y las Artes mismo que les fue otorgado por el Presidente de la República Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León en Palacio de Gobierno, México. Distrito Federal.

Otra de las bandas está formada por los hermanos Campos de este mismo municipio y la banda de viento de San José de los Laureles quien es encabezada por el señor Porfirio Bueno Pacheco.

Artesanías

La cerámica de barro, en macetas, alcancías, figuras, ollas de todos tamaños, comales, jarros, cazuelas y vajillas completas de barro vidriado y con tintes de gran colorido, es lo que caracteriza al pueblo de Tlayacapan, así como su fábrica de alta temperatura en cerámica.

Gastronomía

La comida típica tradicional es el mole rojo, de charales y frijoles blancos, mole rojo de pepita con tamales de ceniza y frijol cocido, mole de guajolotes, salsa verde, tlacoyos de haba y frijol.

Centros turísticos

El municipio de Tlayacapan cuenta con gran diversidad de atractivos turísticos y podemos hacer mención en primer lugar del Ex convento de San Juan Bautista quien con su arquitectura y sus frescos plasmados en sus muros que datan del siglo XVI, nos muestra la forma de expresión de los frailes Agustinos, al igual que sus capillas las cuales por su belleza arquitectónica, son sin duda un atractivo digno de visitarse. Otro atractivo es el museo existente en el interior del Ex convento de San Juan Bautista, en donde se exponen las momias descubiertas en el año de 1982 en el interior de la nave mayor y las que nos muestran los diferentes tipos de personajes que fueron sepultados en dicho lugar; también se cuenta con la casa de la cultura “La Cerería” centro cultural que nos muestra diversas exposiciones de lugares, tiempos y espacios.

Es sin duda Tlayacapan uno de los lugares más visitados en el Estado de Morelos debido a la belleza de sus atractivos turísticos naturales que nos ofrece, así como su relieve y las diversas tiendas de artesanías con la que cuenta el municipio, las que muestran los diversos tipos de productos que son elaborados aquí mismo.

Medio Físico

Localización

El Municipio de Tlayacapan se encuentra localizado en la parte noreste del Estado de Morelos; entre los paralelos 18º 57' latitud norte y 98º 59' de longitud oeste del meridiano de Greenwich Posee una extensión territorial de 84.140 kilómetros cuadrados. Sus colindancias son las siguientes: al norte, con el municipio de Tlalnepantla y Totolapan; al sur, con el municipio de Yautepec y Cuautla; al este con el municipio de Totolapan y Atlatlahucan; al oeste con el municipio de Tepoztlán y Yautepec; la distancia aproximada hacia la capital del Estado, es de 60 km.

Tlayacapan se localiza dentro de la zona conurbada del centro del país, para la que existe una política de reordenamiento y regulación.

En el Plan Estatal de Desarrollo Urbano del Estado de Morelos, el municipio de Tlayacapan forma parte de la subregión Yautepec junto con las comunidades de Amatlipac, Cuauhtempan, Los Laureles y Pantitlán. Para el año 2000 se contempla a Tlayacapan en el sistema de ciudades que tenga un nivel medio de servicios.

Extensión

Cuenta con una superficie total de 61.75 Kilómetros cuadrados que representa el 1.25% del total Estatal, está integrado por 23 localidades registrando una densidad de población de 193.63 habitantes por kilómetro cuadrado.

Orografía

Tlayacapan, se encuentra rodeado por una cadena de cerros: por el sur, se encuentra ubicado el cerro de la "Ventanilla", el "Sombrerito" o "Yakatl" (nariz); por el oeste, el cerro de "Huixtlalzink", "Tlatoani" y el "Ziualopapalotzink" (mariposita señora) el más alto tiene 505 metros de altura; por el noroeste, el cerro de "Tezontlala", "Cuitlazimpa" y "Tepozoco"; por el norte, la loma de la "Amixtepec", a una altura de 1,635 mts sobre el nivel del mar.

Al oeste aislada de los demás cerros, está una pequeña nariz de la tierra, con una cueva a medio cuerpo. Recibe el nombre de “Tonantzin” (Nuestra Madrecita). La rodean un círculo de montañas fálicas del último brazo del Tepozteco. La cobijan de los vientos fríos, y fue un lugar en que la época prehispánica se utilizó como adoratorio o gran “Teocalli”. Los señores del poblado de San José de los Laureles, al pasar frente a la “Tonantzin”, se quitan el sombrero como una muestra de respeto.
Cada monte ó cerro tiene su nombre y su leyenda; bajo un cielo despejado se levantan majestuosos los cerros de “Tlatoani” (cerro del Gobernador), fue tácticamente importante en este lugar fronterizo; desde su cima se dominan todos los valles vecinos de la tierra caliente. Para ascender es necesario tomar la vereda tortuosa y lenta de su costado izquierdo. Al pasar por la garganta que forma su falda nos encontramos con el cerro vecino “Huixtlalzink” (cerro de espinas) por lo que hay que desviarse hacia la derecha hasta encontrar un camino oculto y estrecho donde empieza una larga escalera labrada en la roca. La aparición de terrazas circulares de piedra nos indica que estamos cerca del punto más alto que es el cerro “Tlatoani” (testigos mudos del encuentro sangriento entre soldados españoles y valientes Tlahuicas Aztecas de Tlayacapan, los días 8 y 9 de Abril del año de 1521.) Los españoles bajo el mando de Hernán Cortés, Cristóbal Corral Alferez, Juan Rodríguez de Villa Fuertes y Francisco Verdugo, Pedro Dircio y Andrés de Monjarraz capitanes todos ellos y el padre Pedro Melgarejo, campaña en la que murieron muchos indígenas autóctonos nativos de ambos lados. En estos testigos mudos resulta evidente la cuadratura de la tierra y la redondez del cielo.
Entre un marco esplendoroso de árboles y vegetación apreciamos de izquierda a derecha, los cerros de “Quiatepec” (cerro de la lluvia), el “Ayotzin” (cerro de la calabaza y el de “Kueskontzi” (cerro en forma de kueskomate) todos en el campo de “Tepozoko” (lugar donde hay piedra de fierro)
Actualmente bellísimo paisaje de Tlayacapan, su caserío habitado por sus mujeres hermosas y rodeado de una serpentina de cerros.
El “Ixtaccíhuatl” y el “Popocatépetl” Una de las carreteras que existen para llegar a Tlayacapan, Morelos, es la de México – Xochimilco- Oaxtepec- Cuautla, por donde podemos admirar la majestuosidad de los volcanes vistiendo su nieve como el manto blanco de las novias.
Hidrografía

El Municipio de Tlayacapan carece de ríos y arroyos naturales, ya que solo cuenta con las corrientes de las barrancas que descienden de la cordillera Neovólcanica, en arroyos de caudal temporal entre las que se pueden mencionar la del "Tepanate", "Chicotla" Huiconchi" (Tlacuiloloapa), la de la "Plaza", "Santiago" y el Tezahuate Se cuenta además con Jagueyes considerados como ollas para almacenar agua como son: "Coatetechal" que ya no existe, "Nacatonco" o de los animales, "Chauxacacla", "Suchuititla" "El sabino" "Tenanquiahuacl" y el de "Atenexapa" que ya no existe que se encontraba por el puente de la Cortina.

Clima

Tlayacapan, se encuentra a 1, 636 metros sobre el nivel del mar, por lo tanto su clima es templado subhúmedo y semicálido con lluvias en verano=C(w).

Su temperatura media es de 19ºC; la máxima media es de 30ºC; la mínima media es de 9ºC; y la máxima absoluta de 3º bajo cero.

Su clima es templado, muy agradable y sobre todo saludable, lugar apropiado para la construcción de Instituciones de recuperación y asilos de ancianos. Los vientos corren del Sur al Norte.

Principales ecosistemas
LA FLORA

- La vegetación es fundamentalmente boscosa en las partes altas del municipio, abundan los árboles de encino, ocote, laurel y tepeguaje; en la parte media abundan los árboles de casahuate, pochote, palo dulce, copal, fresno, guaje colorado, zapote blanco y negro, chirimollo, aguacate, limón, guayabo, ciruelo, y finalmente en la parte baja o sea a la altura del ejido, mangos, mameyes, limones, naranjas, plátanos, anonas, chicos, etc.

FAUNA

- Los animales que se localizan en el municipio son: puma o león americano, venado cola blanca, coyote, tejón, mapache, zorra, conejo, liebre, tlacuache, zorrillo, paloma, urraca, chachalaca, garza blanca por temporadas, codorniz, jilguero, mulato floricano, primavera, carpintero, lobo, gorrión, tecolote (búho), lechuza, colibrí, víbora de cascabel, coralillo, culebra ratonera, tlilcuate, mazacuate (alicante), iguana, lagartija, chintete o cuespal, salamanquesca (salamandra), ranas, sapos, grillos, alacranes, chapulines, tapachiches y muchas variedades de arañas.

Es importante mencionar que Tlayacapan se encuentra en el corredor ecológico denominado Chichinautzin considerado como área natural protegida desde 1988.

Recursos naturales
MINEROS

- Se dice que en la época de la colonia se explotaban algunas minas de las cuales no tenemos información verídica.

Se cuenta que en el cerro de Tlatoani existía una mina de oro y se conoce el lugar, pero no se tiene certeza de ello.

También se dice de la existencia de una mina de plata en el plan de Popotlán, en la cuál se conoce la entrada y existen unas vigas de la que se dice fue la mina, se cuentan muchas versiones de la existencia de muchos minerales, pero nunca se han explotado.

Características y uso del suelo

Se encuentran en el municipio calizas, andesitas, conglomerados, basaltos, cenizas volcánicas y suelos.

Las calizas afloran al sur de la región en donde también se localizan afloramientos de yeso, las andesitas que forman el macizo de Ajusco al NW de la población en la zona de los Laureles.

Los conglomerados constituyen una potente formación aluvial que en las partes bajas se encuentran cubiertas por basaltos y que en la zona próxima a Tlayacapan aflora en contrafuerte abrupto, por lo que forman los cerros del Sombrerito, Zoapapalotzin ó Ziualopapalontzin, Tepozoco, la Cueva de Tonantzin y se extienden hacia el Noroeste para unirse en los cerros del Tepozteco. Su exposición en estos contrafuertes es debida a una intensa erosión desarrollada posteriormente al depósito aluvial.

La orientación de los contrafuertes hace suponer que el drenaje anterior a los derrames basálticos pudo haberse verificado a través de las barrancas.

Además de los cerros mencionados, la formación de conglomerados se exponen en las barrancas labradas con los contactos de esta roca con el basalto; siendo la principal de Tlayacapan la ubicada al sur la del “TEPEXI" ó salto del agua.

En las zonas se encuentran acumulaciones piroclásticas de cenizas volcánicas que cubren a los basaltos y pequeños conos volcánicos de la pille basáltico, tales como la loma de TEZONTLALA al noroeste de Tlayacapan, entre los cerros del ZOAPAPALOTZIN ó ZIUALOPAPALOTZIN y el TEPOZOCO.

La historia geológica de las formaciones es como sigue: Las calizas, que forman el basamento general emergieron de los mares cretásicos y fueron posteriormente plegados y erosionados rasgando las calizas. Probablemente en el Meoceno, se formó el macizo andesítico del ajusco acompañado de emisiones abundantes de material fragmentario y cinerítico, posteriormente a este ciclo eruptivo los fenómenos de acarreo y depósito formaron a manera de grandes conos de eyección, resultando una sucesión de potentes de depósitos de conglomerados brochoides en la ladera de la sierra, caracterizados por sus cantos semirredondeados de tamaños variables, predominando los de mayor tamaño y con gran abundancia de material fino, constituido principalmente por cenizas volcánicas. Los fenómenos de alteración, así como los debidos a la presión de los estratos suprayacentes, influyeron en la compactación de los depósitos aluviales, que en la actualidad se presentan muy compactos.

Respecto a la tenencia de la tierra, el Municipio de Tlayacapan, tiene una superficie de 71.52 kilómetros cuadrados distribuidos dentro del municipio, aclarando que con la nueva reforma al Art. 27 Constitucional, en lo que se refiere a la legalización sobre la privatización del ejido, encontramos una disminución de un 20% que tenía de ejido el municipio por lo que está aumentando el porcentaje de la propiedad privada.

El desarrollo económico del municipio se debe a las actividades agrícolas desarrolladas en 893.75 hectáreas de riego y 2,406.25 hectáreas de temporal.

Los principales cultivos en el municipio de Tlayacapan son: jitomate, tomate, maíz, frijol, calabaza, pepino etc.

En estos últimos años ha decrecido la producción del jitomate, debido a que han aumentado las plagas y han subido el precio de los insecticidas y fungicidas y a eso se agrega el bajo precio del mercado gracias al tratado de libre comercio. Cuando medio se quiere componer el precio del jitomate, llega una gran importación de los Estados Unidos y entonces ya no se recupera ni el costo del cultivo. Hace algunos años se estuvo gestionando una fábrica enlatadora ó deshidratadora de jitomate, pero nunca se logró su solución.